ALBERTO F. MENA MALLEN
Somos un país muy rico, por su gente, sus recursos naturales y su ubicación; tenemos todo lo que un ciudadano quiere, pero no contamos con un gobierno que vea por todos los que lo habitamos este territorio nacional. Aunque se comprometió a hacerlo, no lo hace ya que ha buscado la división de la población, además de que ha generado más pobres que otros gobiernos, la inflación no disminuye, menos la violencia y además se ha convertido en un violador de las leyes, junto a sus colaboradores.
La pandemia, así como la guerra ente Rusia y Ucrania, han generado problemas a todos los países del mundo, entre ellos al nuestro, pero con el actual gobierno, las cosas se han agravado aún más ya que, en lugar de buscar la unión para hacer la fuerza, solo quiere gobernar para unos cuantos, es decir, para quienes votaron para él. Ya se redujeron a un 50 por ciento quienes lo apoyaron.
Ha sido un gobierno reactivo y no previsor, lo que ha provocado problemas a los mexicanos como el hecho de que aún no determinan lo que en otros países ya lo realizan como es la cuarta vacuna a personas de la tercera edad y con comorbilidades, así como a niños de 5 a 12 años.
Eso, aparte de que nuevamente en China hay señales de que otro virus mutado ha hecho que las autoridades cierren ciudades como en un principio de la pandemia, tal y como sucedió en aquella ocasión, y cuando aquí actuaron tardíamente. Ese panorama nuevamente vuelve a presentarse y no se ve actuar correctamente al gobierno mexicano.
Otro aspecto para mencionar, es que se les caducaron millones de piezas de medicamentos que no fueron entregados a los pacientes de los servicios públicos, lo que representa miles de millones en pérdidas de recursos públicos, lo que hace ver que no contamos con un gobierno que actúe y sepa administrar sus recursos, que no es fiable, que prefiere jugar a las elecciones en vez de gobernar y que poco le interesa el bienestar de su población, cuando es un lema de campaña no cumplido.
Mientras que la Unión Europea, como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania, ya prepara el camino para acelerar la aplicación de una mayor cantidad de energías limpias para no depender del petróleo y del carbón ruso, en México el gobierno busca la utilización de estos combustibles, con la compra de una refinería texana y la construcción de otra en Tabasco, aparte de que quiere regresar a décadas pasadas con su nueva propuesta de ley energética con el apoyo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en vez de avanzar hacia el futuro como lo hacen otros países.
Un aspecto que se ha dejado atrás es el de la investigación científica, al recortar presupuestos a las áreas correspondientes, participantes que podrían buscar otras utilizaciones al combustóleo que nadie lo quiere por ser demasiado contaminante y que México produce en grandes cantidades y que actualmente usa para generar energía eléctrica.
La guerra en cuestión causa que la producción de alimentos disminuya así como diversos insumos como los fertilizantes y el trigo, mismos que al estar escasos, su precio aumentará y por ende frutas y verduras, así como los derivados, pan, tortillas, pasteles, entre otros, lo que ya lo estamos padeciendo en nuestro país al tener una inflación de 7.4 por ciento, cuando lo deseable es un 3 por ciento y que generará mayores aumentos de muchos productos, pero no se ve en los medios de comunicación que el gobierno se prepare para paliar esta situación, sobre todo cuando disminuyó el presupuesto destinado al campo. Menos hay campañas de orientación a los ciudadanos.
El Centro de Análisis de Investigación Fundar, en uno de sus informes resalta que:
“El campo es fundamental para la economía del país; sin embargo, las cifras sobre la situación de la pobreza rural y el hambre en México representan una realidad complicada. Si bien el PPEF 2022 prevé un aumento del 4.1 % a la SADER respecto de 2021, sigue resultando insuficiente tomando en cuenta que 55 % de los habitantes de zonas rurales se encuentran en situación de pobreza, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL). Incluso, el monto para 2022 está 27 % por debajo del presupuesto asignado a 2019 (73 mil 542 millones de pesos”.
La contaminación es otro tema que siempre se queda atrás, sobre todo cuando solo aplican medidas luego de que se presenta una contingencia, aunque a principios de este gobierno, la Comisión Ambiental de la Megalópolis, anunció que a partir del 2020 implementarían 14 medidas para mejorar la calidad del aire, con el rollo de que se busca reducir las emisiones de partículas suspendidas, así como el ozono y otros componentes para cuidar la salud de la población. Quieren en 5 años reducir el 30 por ciento de gases de efecto invernadero y nada se dice al respecto.
Por ejemplo, una de esas medidas es el ordenamiento de la circulación de transporte de carga. A partir de marzo del 2020, -dijeron-, no se permitirá la circulación de vehículos de carga de más de 3.8 toneladas de lunes a viernes, de 06:00 a 10:00 horas en la ZMVM (16 alcaldías y 18 municipios del Estado de México) y se detectarán vehículos ostensiblemente contaminantes para obligar a darles mantenimiento, pero es fecha de que no se observa su cumplimiento, aparte de que hay más vehículos contaminantes en las calles, mismos que no se revisan y menos se retiran de circulación.
Hay más medidas que se desconoce su avance, ya que no lo informan adecuadamente. Otra fue el fomento de la movilidad sustentable. Se dijo que promoverán en centros de trabajo gubernamental y privado la adopción de planes de movilidad que reduzcan los viajes en auto particular y fomenten el transporte público y la movilidad activa, así como el desarrollo de infraestructura de movilidad no motorizada, acciones que no se observan ni en mensajes preventivos de la autoridad. Por el contrario, el transporte público es pésimo y por lo tanto las personas utilizan sus autos privados.
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