Los Dados de Dios
NIDIA MARIN
¡Sólo eso nos faltaba! Sí, que aunado al crecimiento de los carteles y agrupaciones del crimen organizado en México, se incrementara la cifra de una de las pandillas más terribles de América Latina: la Mara Salvatrucha.
Si bien ya actuaba por estos lares desde hace tiempo, específicamente en la región de Chiapas, sea como pandilla o más allá, pero siempre fuera de la ley -lo cual quedó claro en el reportaje publicado por El Sol de México- lo grave es que ahora, aunados a los miles de migrantes del Caribe, África, Ucrania y ¡sabrá Dios de donde más!, también estos grupos arriben al país, procedentes de Centroamérica, aunque no necesariamente para irse a Estados Unidos (donde nacieron como pandilla y desde donde se distribuyeron a una buena parte de Latinoamérica), sino para abundar en la ilegalidad sobresaliente de nuestro país.
Insight Crime ha estudiado a fondo el tema y considera que la Mara o MS13 es tal vez la pandilla más conocida en el hemisferio occidental. Muy distintivo, porque sus integrantes llevan tatuado el rostro y el cuerpo.
Esta agrupación delincuencial, amante del salvajismo y de estar fuera de la ley, nació en Estados Unidos en la década de los años ochenta del siglo XX en los barrios pobres de refugiados de Los Ángeles. Tras las oleadas de migrantes que huían de las confrontaciones y revueltas que asolaban no sólo a El Salvador, sino también a Guatemala y Honduras (sí, esos rescoldos dejan las guerras), se establecieron en los barrios mexicanos.
“La pandilla -exponen los especialistas- ahora se extiende desde países centroamericanos como El Salvador hasta Europa. Aunque son principalmente una organización criminal depredadora, que vive mayormente de la extorsión, la resiliencia de la pandilla se debe a sus fuertes lazos sociales, que se crean y refuerzan mediante actos de violencia, principalmente contra sus rivales y entre sí”.
El riesgo para que se desarrollen más en México es real, tras la detención ordenada por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ante el incremento de los homicidios, por lo cual los Maras radicados en Chiapas ya los invitaron a trasladarse hasta nuestro país.
Por estos lares, donde de por si estamos en la crisis más grande que se había registrado en materia de violencia, crímenes y falta de justicia, con un arribo de más delincuentes Mara será peor.
¿Por qué? Sólo lea lo que investigó Insight Crime:
“Sus actividades han contribuido a hacer del Triángulo Norte —Guatemala, El Salvador y Honduras– el lugar más violento del mundo sin guerra declarada. En octubre de 2012, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos calificó al grupo como una “organización criminal trasnacional”, la primera designación de ese tipo para una pandilla callejera de Estados Unidos, pero sus ingresos ilícitos no se acercan siquiera a los de sus homólogos en la lista.
“Desde entonces, el gobierno de Estados Unidos ha ido un paso más allá, y a fines de 2020 acusó de terrorismo a más de una docena de líderes de la MS13 en El Salvador, lo que ha significado un impulso sin precedentes en la lucha del país contra las pandillas callejeras internacionales”.
Aseguran los criminólogos:
“A mediados de los noventa, en parte como una forma de enfrentar las pandillas y en parte como producto de la campaña contra la inmigración hacia el final de la presidencia de Bill Clinton, Estados Unidos trató de hacer frente a lo que estaban empezando a reconocer como una amenaza criminal significativa”.
Y… “El gobierno estadounidense comenzó un programa de deportación para residentes nacidos en el extranjero condenados por una amplia gama de delitos. Esta política de incremento de las deportaciones elevó bastante el número de pandilleros deportados a El Salvador, Honduras, Guatemala, y otros países. Según una estimación, 20.000 delincuentes regresaron a Centroamérica entre 2000 y 2004. Desde entonces, el gobierno de Estados Unidos ha ido un paso más allá, y a fines de 2020 acusó de terrorismo a más de una docena de líderes de la MS13 en El Salvador, lo que ha significado un impulso sin precedentes en la lucha del país contra las pandillas callejeras internacionales”.
RENGLONES
TORCIDOS
Insigth Crime también advierte:
“Las principales actividades de la MS13 varían bastante de una región a otra. En Centroamérica, donde la influencia y el tamaño de la pandilla (en relación con la proporción general) es mayor, las operaciones de la MS13 están más diversificadas. Eso incluye extorsión y control del microtráfico en los barrios.
“Sus delitos, como la extorsión a empresas de autobuses, es posiblemente más perjudicial día por día para más personas que cualquier otra actividad criminal en la región. En Estados Unidos, la MS13 se concentra en la venta local de narcóticos y la “protección” de territorios en las ciudades para extorsionar a pequeños negocios y bares clandestinos”.
Y como en las tierras mexicanas sólo los chicharrones del crimen organizado truenan, sólo hay que esperar, porque la investigación de Insight Crime advierte:
“Existe evidencia de que la pandilla participa en otras actividades criminales transnacionales más sofisticadas, entre las que se destacan redes internacionales de trata de personas y tráfico de drogas. Pero la función de la pandilla en esas actividades parece principalmente de apoyo, en lugar de directiva. Más aún, en más de una docena de casos de narcotráfico rastreados por InSight Crime, los pandilleros trabajaron con redes ajenas a la estructura de la MS13, principalmente redes de la Mafia Mexicana. En todos los casos de narcotráfico, las cantidades fueron muy pequeñas en comparación con otros grupos criminales internacionales”.
Por si algo nos faltara ante tanta ineficiencia y podredumbre, todo indica que se incrementarán los Maras en México. Por ello, más vale que Rutilio Escandón Cadena y Andrés Manuel López Obrador no sólo crucen los dedos, sino que prevengan desde ahora lo que se avecina.
