El presidente de Perú, Pedro Castillo, rechazó este martes ante el Congreso las acusaciones de corrupción en su contra, y señaló que el país vive en una profunda crisis de sus instituciones, un día después de que legisladores aprobaron iniciar un juicio político en busca de su destitución.
Castillo, un profesor rural que asumió la presidencia en julio, afirmó que enviará próximamente al Congreso un conjunto de reformas para superar «esta crisis estructural», para revertir la incertidumbre política que transita el país.
«Perú vive una crisis institucional sin precedentes», dijo Castillo en un discurso leído de poco más de una hora.
El presidente manifestó que varias instituciones en el país «tienen crisis de legitimidad» y mencionó entre otros al poder judicial y la fiscalía, que no logran sentencias firmes «en grandes casos de corrupción», y al Tribunal Constitucional que cuenta con la mayoría de sus miembros con mandatos vencidos.
El lunes, los partidos de oposición principalmente de derecha en el Congreso dieron luz verde para iniciar un juicio político contra Castillo en busca, por segunda vez en menos de cuatro meses, expulsar al mandatario izquierdista.
El Congreso convocó al presidente para que acuda el 28 de marzo y responda las acusaciones que lo vinculan con casos de corrupción en su Gobierno y de supuestas faltas constitucionales durante sus funciones. Castillo puede ir junto a su abogado o enviar solo a su defensor para responder las acusaciones