En Moscú ha anunciado un alto el fuego para permitir la evacuación de civiles en las ciudades de Mariúpol y Volnovaja, según lo acordado, el jueves, con las autoridades ucranianas para la creación de corredores humanitarios.
Las bombas volvían a iluminar el cielo de Chernígov unas horas antes y otras ciudades ucranianas durante la novena noche de la invasión rusa, sin que, de momento, se vislumbre una solución al conflicto. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, criticaba a la OTAN por no imponer una zona de exclusión aérea sobre su país:
«Hoy fue la cumbre de la OTAN, una cumbre débil, una cumbre confusa, una cumbre que muestra que no todos consideran que la lucha por la libertad en Europa es el objetivo número uno».
En la ciudad de Chernígov, en el norte de Ucrania, fronteriza con Bielorrusia, es una de las ciudades más castigadas. El jueves, un bombardeo ruso contra una zona residencial mató al menos a 47 personas.
En el norte, más al oeste, una escuela en Zhitómir quedaba totalmente destruida por las bombas rusas.