*El Fusilamiento de 5 Jóvenes Vascos, el Último Vestigio Después de 1939
*Cárdenas Rompió los Lazos al Triunfo del Franquismo en la Guerra Civil
*El Palacio del Ayuntamiento, la Nueva Sede del Gobierno Republicano
*En 1977, José López Portillo Designó a Gustavo Díaz Ordaz, Embajador
JESÚS MICHEL NARVÁEZ
Septiembre de 1975 y estábamos de gira con el presidente Luis Echeverría. Íbamos a bordo de un autobús -no recuerdo de dónde a dónde- y el sol brillaba intensamente.
Guillermo Ortega, en ese tiempo reportero titular de la presidencial y yo comentábamos los eventos del día anterior cuando de pronto llegó hasta nuestros asientos Mauro Jiménez Lazcano, director de comunicación social de la Presidencia de la República y nos entregó un boletín de apenas una cuartilla.
¿Qué era tan importante que nos los entregara en ese momento? El cierre total de los nexos comerciales con España. ¿Por qué?
Por el fusilamiento de cinco miembros del grupo Euskadi Ta Askatasuna (País Vasco y Libertad) por haber sido acusados de terrorismo.
No existían relaciones diplomáticas. Solamente culturales y comerciales.
Ese día, el presidente Echeverría ordenó la cancelación de los vuelos entre Madrid y la Ciudad de México, cerró la Oficina de Negocios de España en el país y la representación de la agencia de noticias EFE.
El gobierno franquista contestó cerrando la Oficina Mexicana en Madrid, la representación turística, y le dijo al presidente Echeverría que no anduviera presumiendo de estatura moral pues él había participado como secretario de Gobernación en la matanza de Tlatelolco de 1968
Pero antes, habíamos estado sin relaciones diplomáticas entre ambos países, debido a la ruptura ordenada por el presidente Lázaro Cárdenas con motivo de la caída del gobierno republicano y el ascenso de Francisco Franco en 1939.
Hace 72 años, México había apoyado a los republicanos porque consideraba que un triunfo franquista podría alimentar a los grupos de derecha que había en México, además de que consideraba injusto que el franquismo tuviera el respaldo de la Alemania nazi.
Era el momento en que el país era gobernado por un general que no era de derecha, a diferencia del grueso de las fuerzas castrenses y que por su clara ideología de centro-izquierda, tenía en contra a los grupos clericales y de poderosos empresarios, éstos sí, de derecha.
Su apoyo a los republicanos fue más allá del discurso. Envío armas y dinero. Inició la recepción de refugiados -niños, intelectuales y gente cualquiera- que huyeron de su país. Al vencer los franquistas, México protestó ante la Sociedad de las Naciones por lo que consideraba una sublevación contra el gobierno legítimamente establecido en España.
Pasaron 6 largos años hasta que en 1945 en el Salón de Cabildos del Antiguo Palacio del Ayuntamiento (hoy Gobierno de la Ciudad de México), la República pudo reorganizarse. Durante un año estuvo en México antes de establecer su sede en París, donde permanecieron hasta su disolución en 1977.
LA RUPTURA VIVIÓ
39 AÑOS: JLP Y GDO
Rotas las relaciones diplomáticas, México y España firmaron (en el mandato de Miguel Alemán) en 1947 un acuerdo para facilitar el comercio entre los dos países y en los años siguientes, figuras como Manolete, Sara Montiel, Agustín Lara y Pedro Vargas viajaron a ambos lados del Atlántico.
Finalmente había intercambios.
No solamente se abrieron las puertas al mundo del espectáculo. El turismo, el comercio, la cultura formaron parte de aquel reinicio.
Sin embargo, ambos países solamente instalaron representaciones comerciales en las que se desarrollaban las actividades permitidas.
Impensable el arribo de inversiones en ambos sentidos.
José López Portillo, compañero de andanzas de Luis Echeverría y sorprendiendo a propios y extraños, ordenó a Santiago Roel, su secretario de exteriores, acercarse a España.
Pretextando el deseo de invitar a las autoridades de Caparroso, en Navarra, a su toma de posesión, López ordenó a Roel acercarse de manera oficiosa al gobierno español para sondear la posibilidad de restablecer las relaciones rotas desde 1939.
El caudillo Franco había fallecido el 20 de noviembre 1975, dos meses después de ordenar el fusilamiento de los 5 jóvenes vascos.
Y en México, apenas llegó protestó como presidente constitucional, López Portillo encomendó a Roel dar prioridad a la restauración de relaciones diplomáticas entre México y España.
Fue un proceso sin mayores tropiezos que culminó con la reaparición pública de Gustavo Diaz Ordaz, nombrado primer embajador de México en Madrid, en donde el recibimiento por parte de jóvenes españoles no fue del todo agradable. E incluso, en la conferencia de prensa que fue obligado a conceder, el expresidente le respondió a un periodista: … si yo no hubiera actuado como lo hice, patrióticamente, en 1968 usted, muchachito ni estaría preguntando ahora. Era el 28 de marzo de 1977.
LA REANUDACIÓN
Y EL RECUERDO
Restauradas las “heridas” provocadas por el triunfo de Franco y la persecución política en contra de los republicanos, el intercambio turístico fue la llave que abrió las puertas para que mexicanos viajaran en número elevado a España y los españoles lo hicieran a México.
Los nacionales iban por placer. Los ibéricos por recordar el pasado de sus padres, la acogida que México les brindo, la defensa de 7 presidentes por sus libertades y, por escuchar mariachis y beber tequila.
Desde la reanudación de relaciones, políticos y empresarios de ambos países se dieron a la tarea de encontrar los caminos que les permitieran avanzar en inversiones, desarrollo, conocimiento y cultura.
Decenas de mexicanos acusados de corrupción, se refugiaron en España. El idioma les facilitaba seguir actuando en asuntos comerciales y hasta jurídicos.
Además, al reinicio de las relaciones, no se firmó el tratado de extradición. El más reciente repatriado a México: Emilio Lozoya Austin.
Y ahora, el presidente mexicano ha declarado una pausa porque las empresas españolas han visto a México como un país de reconquista.
