La Fiscalía General de la República cerró la investigación sobre los sobornos de Odebrecht y responsabilizó, como una culpable, a Emilio Lozoya Austin, quien a través de su madre, transfirió los recursos para beneficio personal. Los señalamientos del exdirector de Pemex en contra del expresidente Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray Caso, no fueron tomados en cuenta por el ministerio público, con lo que está exonerados, por lo menos en este caso.
EL cierre conforma que los sobornos de la brasileña tuvieron como respuesta la adjudicación del contrato para la realización de obras en la refinería de Tula.
Tampoco la FGR confirmó que parte de los sobornos se hubieran dirigido a legisladores para la aprobación de la reforma energética de 2014.
La FGR solicitó pena que supera los 46 años de prisión por los delitos de lavado de dinero, asociación delictuosa y cohecho y reclama el pago de una multa de 87 millones de pesos, un monto por reparación de daño de seis millones de dólares, y perder cualquier derecho sobre el departamento en Ixtapa.
Los fiscales propusieron que la madre de Lozoya, Gilda Susana Austin, debe ser condenada a pasar 23 años de prisión y pagar 262 mil pesos de multa.
En la acusación, la FGR propone al juez la presentación de 19 testigos de cara al juicio, entre ellas los de seis exdirectivos de la constructora Odebrecht, quienes confirmarán que fue el exdirector de Pemex el que solicitó y recibió el dinero de la constructora en múltiples pagos realizados ente 2012 y 2014.