A tres semanas del asesinato de alumna de CCH Oriente no hay responsables

A tres semanas del asesinato de la alumna del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH)  Oriente de la UNAM, Aideé Mendoza Jerónimo, aún no hay detenidos ni responsables en las investigaciones que realiza la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México.

Tampoco la Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ni las autoridades del CCH Oriente han realizado algún pronunciamiento por este impasse en las investigaciones ni se ha exigido a la procuraduría capitalina concretar las indagatorias sobre la muerte de la estudiante de 18 años de edad.

Aideé Mendoza se encontraba en el Salón P, tomando clases de matemáticas la tarde del lunes 29 de abril, cuando fue herida, presuntamente por una bala perdida, lo cual le causó la muerte.

En las pesquisas existen contradicciones entre el parte de policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del Sector Santa Cruz, quienes reportaron que el caso ocurrió a las 15:00 horas. Sin embargo, la tarjeta informativa la procuraduría capitalina aseguró que «los hechos se registraron a las 16:45 horas» y que la joven fue trasladada a un hospital «donde falleció».

En entrevista y cuestionada sobre la tardanza en las investigaciones de este caso, la procuradora general de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, dijo este lunes: «Nunca hemos dejado (las investigaciones) van a continuar como lo estamos haciendo en la fiscalía… el caso va bien».

«Les he comentado que estoy esperando los resultados de las colaboraciones en materia de peritos, tanto de la Procuraduría de Justicia Militar, como de la UNAN, un grupo de especialistas y científicos que están analizando trayectorias y todo esto de la bala», apuntó.

Agregó también que participa un grupo de investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y descartó que en este caso esté colaborando en las indagatorias la Secretaría de Marina (Semar), ello, pese a la cercanía que existe con el CCH Oriente y las versiones iniciales de que la bala perdida podría haber salido de esas instalaciones castrenses.

«Estoy esperando los dictámenes», indicó Godoy Ramos, quien inicialmente, unos días después de la muerte de Mendoza Jerónmo, perfiló la hipótesis de que la bala provenía del interior del salón de clases, por lo que alguno de los estudiantes podría ser el responsable del crimen.

Días después, el 4 de mayo, cambió la hipótesis al asegurar se trataba de una «bala perdida», ello derivado de que se encontraron en la azotea del edificio P, donde murió Aidee, varios «casquillos y ojivas de distintos calibres, entre ellos de 9 milímetros».

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