El ministro declaró para medios ingleses que debido a las tensiones que existen entre Ucrania y el país gobernado por Vladimir Putin, decidió retirar al personal británico de la embajada de Reino Unido en la capital Kiev, ello al considerarlo como una estrategia prudente y como una medida de prevención.
«Necesitamos que le quede muy claro a Rusia, invadir Ucrania sería una medida desastrosa», afirmó Johnson.
En caso de que se efectúe la invasión rusa, el gobierno inglés alista una serie de esfuerzos con la finalidad de crear un paquete de sanciones económicas para Rusia pues esto «ayudaría a endurecer la resistencia de nuestros amigos ucranianos con armamento defensivo que estamos proporcionando, dejando claro que estamos con la gente de Ucrania y que apoyamos la integridad soberana de Ucrania», señaló el ministro.
Subrayó además la necesidad de que el gobierno ruso entienda que «cualquier invasión, cualquier incursión, de cualquier dimensión, en Ucrania, va a tener un coste, habrá bajas».
Apuntó que la invasión rusa a Ucrania resultaría en un acto doloroso, violento y sangriento. No obstante, el primer ministro Boris Johnson, a pesar de señalarlo como una situación lamentable, se mostró confiado respecto a que «el sentido común» prevalecerá y evitará una invasión.
