El Jefe del Ejecutivo debe conocer que en el campo hay reclamos y repudio a la política de tijera de su gobierno para quitar recursos y programas importantes para el desarrollo rural y llevar bienestar a miles de familias en el campo. En menos de 3 años, desaparecieron 14 programas de apoyo directo al agro.
Solo en este 2021, se cancelaron programas como el de Apoyo a la Comercialización, Financiamiento y Aseguramiento, el Crédito Ganadero a la Palabra y de Vinculación Productiva, entre otros. Para 2022 los recursos disminuyeron 26.4% a 53 mil 089 millones de pesos concentrados en siete programas prioritarios de Presidencia de la República.
Los que impulsa este gobierno de la 4T para el sector agropecuario pone en riesgo el crecimiento de la actividad pues no se dirigen al fomento de la productividad, advirtió el secretario general de la Unión de Trabajadores Agrícolas (UNTA), Álvaro López Ríos.
Además, este 2021 se enfrentó severa sequía que impactó el volumen de producción de granos básicos y oleaginosas. Y debe sumarse el encarecimiento de los fertilizantes, que a octubre, los precios de la urea, fosfato diamónico y monoamónico y amoníaco subieron a tasas récord de 79, 744, 48 y 100%, respectivamente, respecto al mismo mes de 2020.
Denunció que la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), aún no consolida sus entregas de fertilizante en medio de una crisis que enfrentan el resto de los productores que no recibe apoyo alguno con el nutriente y el impacto para su compra por el alza de fletes, ya que el 62% de la demanda nacional se abastece con importaciones.
Sobre las importaciones de granos y oleaginosas, a unos días de que termine el año, mantienen cifras récord con 35.7 millones de toneladas, que representan un alza de 109% contra las 32.2 millones que se importaron en el mismo lapso en 2020.
En cuanto a su valor, se incrementó en 60.2% las importaciones acumuladas al penúltimo mes del año, con un monto que asciende a 13 mil 838.4 millones de dólares.
Detalló López Ríos que las compras de maíz en el exterior, son mayores en 9.2%, con un volumen de más de 16.35 millones de toneladas. Las adquisiciones del complejo de soya, rebasan en 8.8% con cerca de 7.64 millones de toneladas. Las de trigo se elevan hasta en 25% para un volumen de 5.1 millones de toneladas y las de frijol crecen en 47.6% eso es 180 mil toneladas.
Recordó el líder de la UNTA que la producción agrícola nacional está en función directa con el uso oportuno de insumos que incrementen la productividad “y el gobierno plantea un menor uso de fertilizantes fósiles, pero falta promover e incentivar la producción de biofertilizantes.
Subrayó que ahora se pondera mayor presupuesto hacia el gasto social sobre gasto productivo y no se fomenta el crédito y aseguramiento competitivo ni el cuidado al medio ambiente, pero sí prevalecen las transferencias directas sobre bienes públicos y capitalización del sector rural.
Señaló que igualmente, para el próximo año, el gobierno federal excluyó de beneficios fiscales a 1.2 millones de unidades de producción integradas por pequeños y medianos productores al limitar su participación en el nuevo régimen simplificado de confianza.
“Además, tenemos nulo apoyo al sector primario y en menos de tres años desaparecieron 14 programas de apoyo directo al campo”.