El producto interior bruto (PIB) de la OCDE superó en el tercer trimestre el nivel anterior al estallido de la crisis de COVID-19 a comienzos de 2020, aunque su ritmo de progresión se ralentizó en los meses de verano.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) anunció en un comunicado que el PIB del conjunto de los países miembros subió un 0.9 por ciento en el tercer trimestre, después de haber aumentado un 1.7 por ciento en el segundo.
Eso significa que el PIB entre julio y septiembre era un 0.5 por ciento superior al del último trimestre de 2019, antes de que se hicieran notar los primeros efectos de la crisis, aunque la situación es bastante desigual en el interior de la organización.
Estados Unidos destacaba por haber superado ampliamente el nivel precrisis (1.4 por ciento), lo que contrastaba con el retroceso que seguía acumulando la Unión Europea (-0.2 por ciento), la zona euro (-0.5 por ciento) y todavía más el Reino Unido (-2.1 por ciento) y Japón (-2.2 por ciento).
De entre los países del G7, en términos trimestrales la progresión de la actividad fue particularmente pronunciada entre julio y septiembre en Francia (3 por ciento) y en Italia (2.6 por ciento), así como en la zona euro como conjunto (2.2 por ciento) y en la Unión Europea (2.1 por ciento).
El aumento fue menos marcado en el Reino Unido (1.3 por ciento) y en Estados Unidos (0.5 por ciento). En Japón se produjo una caída del 0.8 por ciento.
En términos interanuales, la producción progresó un 4.5 por ciento en la OCDE, un alza a la que contribuyeron de forma especial en el Reino Unido (6.6 por ciento) y Estados Unidos (4.9 por ciento).
El incremento fue menos intenso en la Unión Europea (3.9 por ciento) y en la zona euro (3.7 por ciento), así como en Japón (1.3 por ciento).