Por Nidia Marín
“Prohibido prohibir”. El eslogan del Mayo del 68 en las marchas estudiantiles de Paris, hoy no rifa en México, por más que don Pablo Gómez (polvos de aquellos lodos aunque en el 68 mexicano), sea resultado del no acatamiento de la advertencia sancionadora.
Y por acá son tiempos en los que no está prohibido prohibir, sino que se utiliza con singular alegría y… regularidad, en cuestiones del corazón y de sus consecuencias… casi como chisme de lavadero.
Las equivocaciones a la hora de los festejos de boda de los funcionarios de la actual administración, aquellos que se supone son eventos privados, cuestan caro a quienes osan brincar las trancas de la presunta moderación gubernamental, que no la de la familia presidencial.
Cero y van dos cesados por quien ostenta la horca y el cuchillo. Hoy tocó a Santiago Nieto Castillo (verso sin esfuerzo), ser despedido de la Unidad de Inteligencia Financiera, por haber contraído pomposas nupcias en la bella población de Antigua, en Guatemala, tener la osadía de invitar al propietario y director general de un periódico de circulación nacional y permitir que otra de las invitadas (funcionaria del gobierno capitalino) viajara en avión privado, lo cual está prohibido, aunque hubiera sido una cortesía de algún empresario.
La falta de libertad está presente, misma que se observó hace tres años, cuando César Yáñez, una de las personas más cercanas al entonces presidente electo, tuvo el atrevimiento de casarse, aparecer en la revista “Hola”, invitar a 600 personas a un fiestón en casona de Puebla, donde degustaron langosta y otras delicias, mientras que la novia, la empresaria Dulce Silva, se cambiaba tres veces de vestido, una tercia diseñada específicamente para el evento.
A menos de tres meses de aquella rumbosa boda, el ganador de la contienda presidencial de 2018 tomó posesión y César, aquel hombre que le llevó el área de prensa durante la Jefatura del Gobierno capitalino del tabasqueño y a través de los años en que aspiró al máximo cargo en México, se quedó como el chinito: milando. Sí en el ostracismo.
Y el presidente electo respondió a sus críticos, con el comentario de que eran sus adversarios los que cuestionaban “… porque andan buscando cualquier posible error para criticarnos”, a lo cual agregaría que tienen derecho, pero “… nosotros no vamos a cambiar, vamos a seguir actuando con integridad, con principios, con honradez y con austeridad republicana”.
Hoy desde aquellas oficinas, en el oscurantismo, Yáñez contempla el segundo acto de una historia de bodas: la crítica para Santiago Nieto Castillo, quien contrajo nupcias con Carla Humprey, por cierto, consejera electoral en el Instituto Nacional Electoral.
LA ABSURDA CRITICA PRESIDENCIAL
Ella, seguramente, invitó a una buena parte de los asistentes, porque de acuerdo al INE, es doctorada Gobierno y Administración Pública por el Instituto Universitario Ortega y Gasset, de la Universidad Complutense de Madrid. Además, es especialista en Derecho Constitucional y Ciencia Política por el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales de España.
También es licenciada en Derecho por el ITAM y cuenta con un Diplomado en Dirección Estrategia de Instituciones Públicas, por la Universidad de Berkeley en California, además de un Diplomado en Mercadotecnia Política, por el Instituto Tecnológico Autónomo de México.
Y no es todo porque ha sido Directora General de Asuntos Normativos de la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP, Secretaria de Estudio y Cuenta en la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Consejera Electoral del IEDF, Consultora Nacional de ONU Mujeres, así como especialista Internacional en Fiscalización, financiamiento de partidos políticos y género en Misiones de Observación Electoral del OEA.
Esta consejera electoral es socia de la Organización International Women´s Forum IWF y forma parte de la Asociación de Magistradas Electorales de las Américas (AMEA).
¡Ah!, pero su grave error es haber sido (¿o ser?) articulista en El Universal.
Es posible pues que, de parte de ella haya surgido la invitación, avalada por el que ahora es su esposo. ¿Hay algo malo?
No, pero la enajenación existente afecta. De ahí que la crítica en Palacio Nacional fue inmediata, ya que el presidente aprovechaba para golpear al empresario de los medios de comunicación Juan Francisco Ealy Ortiz, al asegurar cuando le preguntaron su opinión:
“…pues que es un asunto escandaloso, en efecto. Aun cuando se trata de un acto privado, pues los asuntos públicos en México son cada vez más públicos o se sabe más de asuntos o eventos privados.
“Antes no se conocía nada, había mucha ostentación, mucho derroche, pero todo se silenciaba; ahora no, por eso hay que recomendarles a los servidores públicos que actúen con moderación, con austeridad y que sigan el ejemplo de Juárez, que decía que el servidor público debía aprender a vivir en la justa medianía Todo esto que se echó por la borda durante el periodo neoliberal, durante el periodo de saqueos y de corrupción, que estamos superando, pero que todavía quedan inercias. Eso es lo que puedo comentar.
“Según leí, el dinero que decomisaron o que llevó a abrir una investigación en Guatemala era un dinero que llevaba el director de El Universal, Juan Francisco Ealy Ortiz, creo que 30 ó 35 millones de pesos…”
Jesús Ramírez Cuevas intervino para aclarar que eran treinta y cinco mil dólares, por lo que López Obrador dijo:
“Treinta y cinco mil dólares, que vienen siendo como 700 mil pesos, más o menos, sí. Él llevaba ese dinero y por eso la detención.
“A veces esto no se dice, por eso lo subrayo, pero se trata de un particular, un invitado a la boda que llevaba este dinero, que pues es mucho ¿no?, 35 mil dólares, si pensamos en lo que gana un trabajador o lo que es el salario mínimo ¿no? Incluso, hasta lo que gana el presidente de México, porque 700 mil son como seis meses de mi sueldo y eso que gano bien, sí, pero son como seis meses… Sin embargo, si lo medimos de cuánto recibían los medios en el periodo neoliberal, pues una bicoca los 700 mil pesos, porque este periódico, El Universal, en conjunto debe haber recibido en publicidad, eso diariamente, 700 mil pesos día con día”.
Dijo eso, presuntamente “para que nos ayude a entender el fenómeno. Yo siempre hablo de que los teóricos de la filosofía, los literatos, hablan de que no puede haber texto sin contexto, entonces, hay que siempre poner los antecedentes. Y que respondan los servidores públicos involucrados y, sí hay delito que perseguir, que se actúe, que no haya impunidad para nadie.
Ante la pregunta sobre si había sido invitado a la boda, respondió afirmativamente, “…pero yo no puedo porque tengo muchas ocupaciones, y además no acostumbro a hacerlo. Me invitan, y les agradezco mucho, pero no salgo, a veces ni a comer o a cenar a un restaurant. Creo que salgo una vez al año a celebrar el aniversario o cuando cumple años mi esposa…”
Señoras y señores, después de esas brillantes palabras, las prohibiciones galopan. Por eso, mientras perdure la actual administración ni se casen, ni se embarquen…
