
Yo Campesino
* Ocultamiento impide saber cuál es la real situación del país, pero no hay dinero
Miguel A. Rocha Valencia
Lo dijo muy claro la president(a) en su mañanera: “no hay dinero” refiriéndose a las demandas magisteriales. Y efectivamente no hay recursos y los pocos existentes están comprometidos para el gasto corriente con ahorros, recortes y reasignaciones, pago de intereses y vencimientos de las deudas así como los programas sociales.
A estas alturas si se tratara de una empresa, el gobierno de la 4T podría declararse en quiebra a pesar de los esfuerzos por conseguir dinero “donde haya” incluyendo las ya gastadas afores, los fondos del Infonavit, los fideicomisos extinguidos y enajenados incluyendo los del poder Judicial, Aduanas.
Hasta la banca pública empieza a comprometer recursos para no dejar caer deudas como la de Pemex y a pesar de no estar “permitido”, como la 4T es la Ley, la banca pública salió al quite y realiza operaciones de factoraje con acreedores de Pemex a quienes retiene una cantidad ante la presentación de facturas no pagadas por la paraestatal.
De esa forma algunos empresarios a quienes Pemex debe logran sacar para el pago de sus nóminas y mantenerse a flote; otras de plano quebraron o se desmembraron por la falta de recursos porque la paraestatal no paga.
Los malpensados afirman que no son 500 mil millones los que adeuda la petrolera a proveedores, sino el doble o el triple, situación que se complica porque en ello se están llevando empresas enteras algunas de las cuales recurren al factoraje por ejemplo con Banobras a través de La Codificación de Pagos y Descuentos (COPADE) que es un registro de los pagos que la paraestatal ya aprobó a proveedores.
Es decir, Pemex no está pagando porque no tiene dinero y se recurre a instituciones públicas para intentan quitar presión de proveedores, eso independientemente de la deuda que tiene la paraestatal por la vía de préstamos donde hay cerca de 100 mil millones de dólares.
Todo esto y más se realiza en la mayor opacidad posible, ya no podemos saber cuál es la realidad de las finanzas públicas en general y en específico de la paraestatal, y en cualquier momento las calificadoras de deuda van a meter mano ante lo incierto de que el gobierno tenga con qué pagar especialmente con dinero fiscal, lo cual es mal visto y Moody’s puso una interrogación de advertencia pues muestra que la petrolera mexicana no tiene capacidad de hacer frente a sus compromisos.
Eso al margen de que se ponga en entredicho lo referente a la “deuda soberana” del país que afectará sin duda su calificación internacional en un ámbito donde de plano parece no haber muchas ganas de traer dinero privado a México y no por el tema arancelario sino por la incertidumbre derivada de “hacer de México el país más democrático” a través de la demolición o cooptación de sus instituciones judiciales, calificadoras, de transparencia y de arbitraje.
El hecho se da en el marco del endeudamiento criminal que dejó el ganso de Macuspana que, hasta el momento, de acuerdo a los datos inocultables alcanza los 18.8 billones de y por la simple inercia del pago de intereses y el déficit autorizado para este año podría acercarse a los 20 billones de pesos o más.
Afirman los mismos mal pensantes que a esa falta de liquidez se debe que el SAT no esté devolviendo los saldos a favor de quienes ya presentaron su declaración anual y que estos podrían postergarse para “cuando haya”.
Por lo pronto se adelanta que los estados no van a recibir dineros de ventas petroleras o les llegarán “ordeñados” especialmente por la caída en la generación de hidrocarburos, la disminución de las ventas y desde luego, las pérdidas y los pagos urgentes a proveedores y deuda documentada.
Todo eso insistimos, sin contar los efectos de las agresiones trumpianas en materia arancelaria que pagarán no sólo de manera directa en las ventas y generación de impuestos sino también en la ya de por sí, exigua inversión privada nacional y extranjera.
El asunto se ve muy complicado, de hecho Rogelio Ramírez de la O, exsecretario de Hacienda se lo advirtió a su entonces jefe, el mesías tropical pero la instrucción incluso acordada en la transferencia de palacio Nacional fue asegurar la compra de la Presidencia y luego ver cómo se salía del hoyo causado por la obtención del agradecimiento popular a la 4T.
Difícil sin duda y para colmo no se espera mejore la situación, por el contrario, es por eso es que nadie fuera del gobierno apuesta por un crecimiento del país más allá de un 0.6 por ciento, si bien nos va. Dependerá mucho de lo que no estén ocultando los de la cuarta.
No es catastrofismo, simpe objetividad y números.