La «productiva llamada» …

Punto de Vista

Por Jesús Michel Narváez

Donald Trump, sin duda, es una amenaza para el mundo.

Para México, es más que un dolor de cabeza

Los aranceles, el “arma favorita” de Washington, tienen cimbrado al libre comercio de casi todo el mundo.

China ha sido el único país que se ha enfrentado abiertamente a la política “dominante” que trata de imponer el republicano que, supone, ser el nuevo “rey de reyes”.

En el caso mexicano, en donde las decisiones trumpianas se toman con “cabeza fría”, la postura ha sido ambivalente y poco efectiva.

El miércoles por la noche hubo una nueva llamada telefónica entre Claudia Sheinbaum y Donald Trump. El contenido de la charla, solamente lo tienen ambos y, probablemente, sus muy cercanos colaboradores. Los ciudadanos mexicanos ignoramos el fondo del “diálogo”.

En su cuenta de X, la presidenta mexicana “informó” de la llamada telefónica y exaltó: “El día de ayer tuvimos una llamada con el presidente Trump. Como lo menciona en su cuenta, fue muy productiva. Seguiremos dialogando para alcanzar buenos acuerdos que beneficien a nuestros países y nuestros pueblos”.

Su mensaje fue la respuesta a lo que Trump divulgó primero.

En el mensaje en su red social Truth, coincidió en que su llamada con Sheinbaum fue muy productiva, sin dar mayores detalles sobre la conversación o de qué temas dialogaron.

Sin embargo, y lo que deja entrever en el segundo párrafo es la minimización del diálogo con la mexicana, escribió que también se reunió con representantes comerciales de Japón y aseguró que “todas las naciones”, incluidas China e Italia han solicitado un encuentro con él.

“Ayer tuve una conversación muy productiva con la presidenta de México. Asimismo, me reuní con los representantes comerciales japoneses de más alto nivel.

“Fue una reunión muy productiva. ¡Todas las naciones, incluida China, desean reunirse! ¡Hoy, Italia!”, se lee en la publicación.

Concediendo sin aceptar que ambos se pusieron de acuerdo al grado de utilizar dos palabras “muy productiva” y, probablemente lo haya sido.

El caso que pone en duda la “muy productiva” es la afirmación hecha horas después desde la oficina oval de la Casa Blanca.

“Nosotros somos una tienda grande y hermosa, y todos quieren un pedazo de ella. China la quiere. Japón la quiere. México, Canadá, estos dos, viven de nosotros. Sin nosotros, no tendrían país. Y todos quieren un pedazo (de nuestra tienda)”.

Ese es el respeto a la soberanía mexicana.

Y no, no se conoció respuesta alguna de la presidenta Sheinbaum.

La postura de Trump confirma que en su visión se mantiene la peregrina idea de “anexar” a sus dos vecinos. A Justin Trudeau lo sepultó políticamente. Le propuso que Canadá se convirtiera en el país 51 de la Unión Americana y después hizo pública la “invitación” a México para ser la estrella 52 de la bandera estadounidense. Y como complemento, se robo el nombre del Golfo de México para convertirlo en el Golfo de América.

Más lejana, Groenlandia, despierta su apetito y la quiere comprar.

¿De verdad sin Estados Unidos los mexicanos no tendríamos país?

Del Golfo de México solamente hubo pataleos nacionalistas, pero nada más.

En la aplicación de los aranceles, se repite la historia.

“Cooperación, información, nunca sumisión”, pierde fuerza y muestra la contrario en el trato que Trump le da a Sheinbaum.

Canadá, con su nuevo gobernante, Mark Carney, tampoco le respondió a Trump.

¿Es el destino manifiesto para ambos países?

E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Facebook Jesús Michel, en X Misionpolitica2000@gmail.com y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón en el 760 de amplitud modulada

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