¿Un Dictador en el Futuro del  Vecino del Norte? ¡Ojalá no!

A la Vuelta de la Esquina

 

IVÁN RUIZ FLORES

Y el mundo se puebla de narcisistas usurpadores del poder. Son los dictadores que durante algún tiempo presentaban un declive en el orbe, mientras los procesos electorales se encaminaban al voto libre y secreto, que los agradecidos ciudadanos respetaban.

¡Ya no! 

Hoy, hasta Donald Trump busca los mecanismos que le permitan permanecer en el poder por lo menos otro cuatrienio, concluido el que está en marcha, con lo cual acumularía 12 años como mandatario de Estados Unidos (sumando los otros cuatro primeros) algo que sería un pésimo ejemplo para el mundo en lo general y en particular para el Continente Americano. 

Entre veras y bromas (hay quienes creen que fue lo primero) lo dijo la semana pasada durante una entrevista, al exponer que busca la permanencia en la Casa Blanca. Hay métodos para hacer a un lado el límite que establece la Constitución de Estados Unidos, mismo que está vigente para todos los presidentes del vecino país y tendría que modificarse.

Permanecer más años en el poder, se le denomina dictadura. Y de ello hay ejemplos no sólo en América Latina, sino en muchos países asiáticos y en uno que otro europeo.

Este tipo de personajes son “narcisistas y autoritarios”, como define Jonathan Menkos Zeizzig, director ejecutivo del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales.

Un dictador, en términos muy sencillos y sin grandilocuencias, es una persona que abusa de su autoridad. Si el dictador llega a tener suficiente poder público, puede dinamitar, una a una, las bases institucionales de la democracia liberal: acabar con la independencia de poderes del Estado, enturbiar el sistema electoral y de partidos políticos, eliminar los marchamos para un sistema de justicia pronta y efectiva y debilitar las capacidades de la administración pública para conseguir efectivamente el respeto, promoción y protección de los derechos políticos, civiles, culturales, económicos y sociales que, en concreto, son los que garantizan la libertad e igualdad”, expone. 

Efectivamente. Además, según los expertos, estos líderes suelen compartir un patrón de personalidad que los impulsa a buscar el control absoluto y el poder sin límites.

LO QUE ADVIERTEN

LOS MÉDICOS

Por otra parte, los médicos en la materia dicen: 

Uno de los principales rasgos de un dictador es el narcisismo extremo. Según el psicólogo Otto Kernberg, los dictadores presentan una grandiosa autoimagen y una necesidad insaciable de admiración. Se perciben a sí mismos como seres excepcionales y creen estar destinados a liderar sus naciones. Esto los hace intolerantes a la crítica y los lleva a suprimir la disidencia, lo cual refuerza su sentido de poder”.

Pero, además: “…muchos dictadores muestran rasgos psicopáticos, como el desprecio por las normas sociales y una notable frialdad ante el sufrimiento humano”.

Las características de tal régimen, que menciona Eduardo Re son:

“Los gobiernos dictatoriales suelen ser altamente centralizados. El poder se concentra extremadamente en manos de la persona o grupo que gobierna el Estado. Por lo tanto, hay poca o ninguna apertura al debate político.

“En este contexto, la dictadura frecuentemente elimina o limita drásticamente las libertades individuales y los derechos civiles. La libertad de expresión, de prensa y de asociación son algunos ejemplos. Es decir, en las dictaduras los partidos políticos son o bien extinguidos o reducidos significativamente.

“De esta forma, la persecución política es una característica de las dictaduras. Debido a su fuerte control político, no aceptan que exista una oposición política legítima, actuando con represión y violencia contra los insurgentes. Los espacios de comunicación y deliberación son regulados y suprimidos”.

En su trabajo “Dictadura ¿Cómo se Caracteriza Este Régimen?, expone:

“-Concentración de poder: En la mayoría de las dictaduras, el poder se concentra en manos de una sola persona o de un pequeño grupo, sin alternancia de poder y con una desvalorización de los principios democráticos.

“-Represión de opositores: La oposición política generalmente es reprimida, con líderes opositores perseguidos, encarcelados o exiliados. Además, los partidos de oposición y los movimientos sociales suelen ser prohibidos o controlados.

“-Control sobre los medios y censura: La libertad de prensa es severamente restringida. La diversidad de opiniones e información se ve comprometida, con los medios de comunicación censurados o controlados por el gobierno, limitando la circulación de información contraria a los intereses del régimen. (Esto ya lo vimos en el sexenio pasado, cuyo mandatario heredó a conveniencia el poder para seguir mandando)

“-Violación de derechos humanos: Es común que las dictaduras cometan abusos de derechos humanos, como torturas, encarcelamientos arbitrarios y desapariciones forzadas, como forma de intimidación.

“-Propaganda estatal: El gobierno suele difundir propaganda para legitimar su poder y persuadir a la población a apoyar el régimen, promoviendo positivamente el gobierno dictatorial”.

Desde la década de 1940 y hasta finales del siglo XX Centroamérica y América del Sur y el Caribe estuvieron plagadas de dictadores, también algunos países europeos, como España. Hoy prevalecen en Asia y en África y también en dos o tres sitios de Europa, pero ¡sorpresa!, existe la pretensión hecha pública por Donald Trump de permanecer en el cargo al que acaba de llegar y que termina en 2028, para continuar haciendo pedazos al que se deje.

Ya lo veremos… porque en la actualidad está metiendo su cuchara en todo el mundo y haciendo trizas a muchas naciones.

¿Logrará su objetivo?

El 99% de los habitantes de este gran mundo esperan que no… 

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