Los Dados de Dios

 

NIDIA MARIN

A estas alturas del siglo XXI México no ha podido poner fin a la mortalidad materna y neonatal, aunque ha logrado reducir esta problemática ya que, por ejemplo, en el caso del fallecimiento de las madres se ha registrado una tendencia a la baja, pero continúa como un problema de salud pública, con una mortalidad materna de 30.4 defunciones por cada 100,000 nacimientos.

Por ejemplo, en 2024 en nuestro país fueron registradas 450 muertes maternas, debido fundamentalmente a: hemorragias obstétricas, hipertensión, edema, proteinuria en el embarazo, aborto, el propio parto y el puerperio.

Los estados de la República con las mayores cifras de defunciones maternas fueron: Estado de México, Chiapas, Veracruz, Jalisco y la Ciudad de México.

En cuanto a la muerte neonatal en nuestro país, por ejemplo, de enero a junio del año pasado (2024) la tasa de defunciones fue de 30.35 por cada 1,000 nacidos vivos. Las principales causas fueron trastornos relacionados con la duración de la gestación y el crecimiento fetal, sepsis neonatal y malformaciones congénitas mayores.

Por cierto, aseguran que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) tiene una meta para reducir la tasa de mortalidad neonatal a menos de 9 por cada 1,000 nacidos vivos.

Sí, ya que dicha tasa en 2024 en México fue de 12,218 muertes por cada 1000 nacidos vivos, de tal manera que la disminución fue del 2.52% con respecto a 2023. La tasa de mortalidad infantil en México en 2023 fue de 12.534 muertes por cada 1000 nacidos vivos, una disminución del 1.53% con respecto a 2022.

DIA MUNDIAL 

DE LA SALUD

Todas estas cifras vienen a cuento porque con motivo del Dia Mundial de la Salud 2025, celebrado ayer lunes 7 de abril la Organización Mundial de la Salud aseguró que se puede poner fin a la mortalidad materna y neonatal prevenible, por lo que hizo un llamado para que se intensifiquen masivamente los esfuerzos para garantizar el acceso a una atención respetuosa de alta calidad para las mujeres y los recién nacidos, especialmente en los países más pobres y en las situaciones de emergencia, donde se producen la mayoría de las muertes.

También precisó: “Las necesidades de salud de la mujer van más allá de la simple supervivencia al partoLas mujeres de todo el mundo merecen el apoyo de los prestadores de servicios de salud que escuchen sus preocupaciones y satisfagan sus necesidades, incluso en el período posparto prolongado, cuando millones de personas aún carecen de cuidados intensivos.

“El acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva sustenta los resultados maternos y la capacidad de las mujeres para planificar sus vidas y su salud: la capacidad de acción y el empoderamiento de las mujeres y las niñas es una «pieza faltante» fundamental para abordar la mortalidad materna y lograr la salud para todos y todas”.

Precisamente este año, el día 7 de abril, inició una campaña de un año de duración sobre la salud materna y del recién nacido, llamada “Comienzos saludables, futuros esperanzadores”, mediante la cual se insta a los gobiernos y a la comunidad de la salud a intensificar los esfuerzos para poner fin a las muertes prevenibles de madres y recién nacidos, y a dar prioridad a la salud y el bienestar de las mujeres a largo plazo”.

Datos oficiales de la OMS señalan que, según las estimaciones actuales, cada año cerca de 300,000 mujeres mueren durante el embarazo o el parto, más de 2 millones de recién nacidos fallecen en su primer mes de vida y millones más nacen muertos. 

Advierte, además: 

“Si las tendencias actuales se mantienen, 4 de cada 5 países seguirán estando lejos de alcanzar las metas de mejora de la supervivencia materna de aquí a 2030, y uno de cada 3 no logrará las metas relativas a la reducción de la mortalidad neonatal”.

También recuerda a los gobiernos que las mujeres y las familias, dondequiera que estén, necesitan una atención de alta calidad que las apoye física y emocionalmente, antes, durante y después del parto.

De igual manera considera sobre los sistemas de salud que “…deben evolucionar para gestionar las numerosas problemáticas de salud que inciden en la salud materna y del recién nacido. Esto no solo incluye complicaciones obstétricas directas, sino también las afecciones de salud mental, las enfermedades no transmisibles y la planificación familiar”.

Y recuerda: 

“Además, las mujeres y las familias deberían tener el apoyo de leyes y políticas que salvaguarden su salud y sus derechos”.

Es de suma importancia que en el gobierno que inicia en México se reflexione sobre la importancia de la salud por lo cual se requiere resolver la problemática de los medicamentos que heredó el anterior mandatario mexicano, ya que, por ejemplo el informe semanal de vigilancia epidemiológica de notificación inmediata de muerte materna publicado el 8 de agosto de 2023, mostró que en lo que va de ese año se registraron 321 defunciones maternas, lo cual fue 77 menos con respecto al mismo periodo de 2022, cuando se registraron 398 defunciones.

Por cierto, a la tercera semana epidemiológica de 2025, se calculó una razón de mortalidad materna de 22.7 defunciones por cada 100,000 nacimientos. 

La meta de dicha mortalidad para este año 2025 es de 35 muertes por 100 000 nacidos vivos, ya que en 2020 era de 65.8 muertes por 100 000 nacidos vivos.

Y he aquí unos versos de la canción “Madre” de José Luís Rodríguez:

Ya es tiempo que demuestre si aprendí / Los años que luchaste para mi /Que soy mucho más frágil que las aves / mi vuelo es tan sencillo de abatir”.

 

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