
*El Objetivo: Contar con Personas Juzgadoras Afines al Régimen
*A los Gobiernos Estatales les Vino Como Anillo al Dedo al Postular a Personas de su Confianza
*Un Entramado Confeccionado e Implementado en las Altas Esferas del Poder Cuatroteísta
*Proceso Electoral: Verdadera Farsa, con Risible Porcentaje de Participación Ciudadana
*Temor de que Lleguen Tipos Impresentables y sin Escrúpulos Como Jueces
*La Gente no Conoce los Candidatos y Tampoco le Importa Informarse
*Los Aspirantes Saben a Quien Deben Convencer y no es Precisamente a los Electores
ALEJANDRO ZAPATA PEROGORDO
La elección judicial abrió el periodo de campañas rumbo al primer domingo de junio, donde se elegirán a miles de personas para formar parte de los Poderes Judiciales de la Federación y los Estados, es un proceso sin precedente alguno.
En el fondo no existe duda en cuanto a la pretensión del régimen para controlar a un Poder que hace las veces de contrapeso, quiere tener el dominio total del Estado, le molestan los obstáculos de cualquier naturaleza, así sean de carácter constitucional.
De tal suerte, una vez que tuvo las mayorías parlamentarias, aunque hayan sido en condiciones irregulares, inmediatamente se dio a la tarea de implementar una nueva integración del sistema de justicia mexicano, modificando la Carta Magna para imponer la figura del voto popular a los juzgadores.
El diseño, independientemente de que su propósito es una verdadera aberración, contiene errores garrafales que han sido exhibidos ampliamente por múltiples especialistas, no obstante, era una decisión tomada que debía salir a cualquier costo, lo que así aconteció.
Es evidente que la administración de justicia no va a mejorar con la elección de jueces y magistrados, pues en la realidad ese no es el objetivo, sino el contar con personas juzgadoras afines al régimen, de tal manera que sean consecuentes con sus decisiones por más arbitrarias que sean.
Cabe decir, que no solamente es la Federación, a los Gobiernos Estatales, como diría en clásico, les vino como anillo al dedo pues hacen lo propio, postulando a personas afines y de su confianza.
En pocas palabras, en todo un entramado creado, confeccionado e implementado desde las altas esferas del poder cuatroteísta, de tal manera que cualquier determinación judicial tenga su visto bueno.
Con relación al proceso electoral, se va a convertir en una verdadera farsa, en principio se prevé un porcentaje risible de participación ciudadana, inclusive, inclusive el mismo INE hizo una considerable reducción de centros de votación, indicador que predice una muy baja votación.
Por otra parte, proceso electoral, se va a convertir en una verdadera farsa, en principio se prevé un porcentaje risible de participación ciudadana al que aspiran, algunas dan pena y, otras, francamente enorme temor de que lleguen tipos impresentables y sin escrúpulos como jueces.
Es bien sabido, que cuando no existe motivación para acudir a las urnas, como ocurre es este caso, las decisiones son corporativistas y clientelares, se manejan a través de un voto corporativo.
Así, el único que tiene estructura y recursos para hacer esas prácticas es el gobierno y Morena, cuestión que seguramente ya habrán previsto y se encuentran en la etapa de construir las listas definitivas.
Entonces, resulta una obviedad decir que los electores van a votar de acuerdo con las listas que les den, son tantos los candidatos que la gente ni los conoce, como tampoco le importa informarse, forman parte de algún movimiento alineado al régimen y es su forma de participar.
En ese orden, los aspirantes que han pasado filtros saben perfectamente a quien deben convencer si quieren llegar y, lamentablemente no son a los electores, como dije antes, una aberración.