
El número de los ataques terroristas aumenta a medida que Ucrania comprende que es imposible infligir daño alguno en el campo de batalla a Rusia, indicó la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, al comentar el último golpe ucraniano en la república popular de Lugansk que saldó con seis fallecidos, entre ellos tres periodistas rusos.
Se trata del corresponsal de Izvestia Alexandr Fedorchak, del camarógrafo de la emisora rusa Zvezda, Andréi Pánov, y del director del equipo de filmación, Alexandr Sirkeli, que trabajaban en la zona de operación militar especial.
«Es otro testimonio elocuente de disposición [de Kiev] a recurrir sin vacilar a cualquier crimen contra la población civil, a la que el derecho internacional, en virtud de los Convenios de Ginebra de 1949 y del Protocolo Adicional I, incluye a los representantes de los medios de comunicación», indicó.
La portavoz subrayó que lo sucedido atestigua la incapacidad del régimen de Zelenski para negociar.
En este contexto, Zajárova aseveró que Rusia buscaría una respuesta de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa y la Unesco, así como de otras estructuras relevantes, a las muertes de periodistas.
«La inacción crónica de estas instituciones, [manifestada] en forma de silencio deliberado o de excusas sin sentido, servirá de un indicador de su capacidad para cumplir con imparcialidad y buena fe el mandato que les han confiado los Estados», destacó la portavoz.
En conclusión, aseguró que los órganos de investigación de Rusia llevarán a cabo todas las acciones necesarias para identificar y responsabilizar penalmente a las personas implicadas en estos crímenes.
El 24 de marzo, los tres periodistas perecieron tras ser impactados por dos proyectiles del sistema lanzacohetes múltiple Himars de fabricación occidental mientras viajaban en un automóvil con matrícula civil.
No es la primera vez que las tropas ucranianas atacan a reporteros. En enero pasado, el Comité de Investigación de Rusia inició una causa penal a raíz de la muerte del corresponsal del medio Izvestia, Alexandr Martemiánov, y las lesiones sufridas por otros cuatro periodistas en la república popular de Donetsk.
El 4 de enero por la noche, las fuerzas ucranianas alcanzaron deliberadamente, con un dron FPV, un automóvil civil con empleados de varios medios de comunicación, que se encontraba lejos de la línea de fuego en la carretera Donetsk-Górlovka. Sputnik