
Los negociadores rusos en Riad recordaron a Estados Unidos las causas del fracaso de la iniciativa del mar Negro y señalaron que Moscú no toleraría ambigüedades en una nueva, comentó el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
En este contexto, subrayó que Moscú aboga por reanudar la iniciativa de granos del mar Negro en la forma más aceptable para todos. Lavrov expresó su preocupación por la seguridad alimentaria de los países de África, del sur global y del Este que sufren los «juegos de Occidente».
Así, Moscú manifiesta su deseo de que se acaben los intentos de apartarla de los mercados de cereales y fertilizantes, sostuvo. Sin embargo, Rusia necesita garantías fiables a la hora de reanudar el pacto alimentario.
«Necesitaremos garantías claras. Y las garantías pueden ser, dada la triste experiencia de acuerdos solo con Kiev, las garantías pueden ser únicamente el resultado de una orden de Washington a [Volodímir] Zelenski y su equipo para que lo hagan así y no de otra manera», señaló el ministro.
Además, afirmó que EEUU entiende que solo Washington puede lograr que Kiev detenga los ataques contra instalaciones civiles.
Así, el canciller también recordó que, en virtud del acuerdo sobre cereales, vigente entre 2022 y 2023, debían levantarse las restricciones contra el suministro de fertilizantes y productos agrícolas rusos a los mercados mundiales. Sin embargo, en lugar de exigir la cancelación de las sanciones, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, «decidió buscar lagunas en las sanciones».
En cuanto al campo de batalla, el ministro enfatizó que sin los países europeos, con Londres y París a la cabeza en el suministro de armas a Kiev, Ucrania habría sido derrotada hace mucho tiempo.
«Estos ilusos están demostrando sin duda su absoluta incompetencia política cada día», comentó el político los planes de la UE de enviar fuerzas de paz a Ucrania.
El deseo de contener y derrotar a Rusia es el deseo de Napoleón y Hitler, «ya lo hemos vivido antes».
«Para realizar estos objetivos, Napoleón y Hitler conquistaron toda Europa, y en este caso, toda Europa se movilizó», aseveró.
El ministro agregó que el expresidente de EEUU, Joe Biden, cometió un error colosal al negarse a hacer caso a Rusia, insistiendo en la adhesión de Ucrania a la OTAN y poniendo en peligro a Moscú.
El 24 de marzo, las delegaciones rusa y estadounidense se reunieron en Riad. Rusia estaba encabezada por Grigori Karasin, presidente del Comité de Asuntos Internacionales del Consejo de la Federación, así como por Serguéi Beseda, asesor del jefe del Servicio Federal de Seguridad (FSB).
A su vez, la delegación estadounidense incluía a Andrew Peake, director principal para Europa del Consejo de Seguridad Nacional, Michael Anton, director de planificación política del Departamento de Estado, así como el enviado especial para Ucrania, Keith Kellogg, y del asesor de seguridad nacional de Trump, Mike Waltz.
Previamente, el 23 de marzo, Riad acogió las conversaciones entre Washington y Kiev. Los participantes en las consultas discutieron los parámetros del alto el fuego de 30 días en las instalaciones energéticas, así como la seguridad de la navegación en el mar Negro.