
*Rodeada de Personas, la Presidenta
Sabe que hay Cuchicheos
*Probable que lea Cada Mañana lo que
sus Críticos Escriben
*Está Consciente que la Sucesión Para
el 2030 ya Comenzó
*Aliados Elevan su Cuota Para Seguir
en la 4t y se Acomodan
POR EZEQUIEL GAYTÁN
Sostienen algunos historiadores que la burlona expresión popular, “el solitario del palacio” proviene desde el siglo XIX. Ya que así vive el presidente la República; aislado de la realidad, lejos de la sociedad y rodeado de aduladores con intereses mezquinos. De ahí que, entre otras expresiones sarcásticas, el escritor mexicano René Avilés Fabila escribió su magnífica novela “El gran solitario del palacio” con lo cual dejó escrito socarronamente el acontecer de quien ocupa la titularidad del poder Ejecutivo Federal.
Hoy la presidenta Claudia Sheinbaum, a punto de cumplir su primer semestre sentada en la silla del águila ya sabe el significado de la soledad política que se vive en el ala sur del palacio nacional. Supongo que después de madrugar y beber una bebida caliente, mientras se arregla escucha una grabación acerca de lo que aconteció en la vida nacional (política, economía y sociedad). También, seguramente se entera acerca de los aspectos mundiales políticos y económicos, pues llega bien preparada a sus conferencias mañaneras. Posteriormente se reúne, eso sí lo sabemos con certeza, con el gabinete de seguridad y ahí se entera del día a día del acontecer de los aspectos sórdidos de la vida en México.
En algún momento, conjeturo, repasa el guion de la conferencia mañanera y corrobora la lista de quienes la acompañarán ese día. Luego acontece el ritual del monologo y, en gran medida, marca la agenda nacional. Lo que acontece después es, para mí un misterio, pero supongo que desayuna con alguien de su gabinete y continúa su día en acuerdos, audiencias y reuniones con su equipo de trabajo.
En algún momento presumo que leerá la síntesis periodística y lo que dicen los articulistas acerca de su desempeño y el de su gobierno. Lo cual debe de ocasionarle ciertos momentos de tensión, pues – aunque prefiera leer básicamente a editorialistas afines a su causa – en algún momento debe sorber tragos amargos, pues quiérase o no, leerá las críticas a su gestión y, aunque tenga la piel dura, algo afectará, en mayor o menor medida, su ánimo. Es entonces que se da cuenta que, en muchos sentidos está sola. Sabe que la verdad que le dicen sus allegados tiene sombras de sospechosismo. Se entera de otros puntos de vista y se da cuenta de que sus decisiones, en algunos casos, son deficientemente implementadas por sus colaboradores.
Sabe, desde hace mucho por sus vivencias de activista estudiantil, que en política todo lleva jiribilla. También está consciente de que la sucesión presidencial empezó al siguiente día de su toma de posesión como titular del poder Ejecutivo Federal. Le queda claro que personajes como Adán Augusto López, Ricardo Monreal y Gerardo Fernández Noroña, desde el Congreso, jalan agua para su molino. Peor aún, le queda claro que son personas que por las acusaciones que se han hecho entre ellos, son millonarios cuya riqueza es cuestionable desde el punto de vista de sus ingresos.
Claudia Sheinbaum Pardo es la solitaria del palacio porque cada día le pierde más y más confianza a muchos de quienes empezaron con ella su lucha por la Presidencia de la República. Ya realizó su primer cambio en el gabinete, nada más y nada menos que al titular de la secretaría de Hacienda, y con esa decisión ya mandó la señal de que nadie está seguro en su encargo. También ya hizo saber que está inconforme con el desempaño de algunos gobernadores de Morena o afines a su partido como ese el caso del exfutbolista Cuauhtémoc Blanco. Le queda ya muy nítido que los partidos del Trabajo y Verde son insaciables y cada día venden más cara su alianza partidista.
Su soledad la padecen muchos mandatarios del mundo, pero en México se singulariza porque está rodeada de gente todo el tiempo. Porque a donde va oye porras y alabanzas. Pero ella no se autoengaña, la manifestación en la plancha del zócalo de hace algunos días estuvo plagada de acarreados. De ahí que haya negado ante una periodista ese hecho.
Le quedan cinco años y medio de soledad con dos ingredientes que no tuvieron sus antecesores desde Lázaro Cárdenas; el primero es un mentor tabasqueño que querrá influir en la sucesión. El segundo es que México era un país de instituciones y desde la pasada gestión nuestro país vive un desmantelamiento de vida institucional que se avoca al fortalecimiento de un partido de Estado. Ahora la presidenta entiende que esa ironía popular es cierta y que la acompañará hasta el 30 de septiembre de 2030.