
Galaxia Política
*Más concentración del poder público
*Las nuevas comaladas de millonarios
POR JESÚS MICHEL NARVÁEZ
Todo cambia para seguir igual, diría Lampedusa en su novela el Gatopardo que dio origen al gatopardismo.
Durante el pasado gobierno, con la clara meta de cambiar el régimen político, la adjetivación de las clases sociales culminó con el regreso del partido único, la política única, la concentración de poder y el fortalecimiento de la clase dominante.
El renacimiento del gatopardismo, se generó por la decadencia partidista que gobernó ininterrumpidamente desde la visión social-liberal hasta el momento en que la ciudadanía despertó y votó por el cambio, es innegable.
Comparar a Morena y sus dos presidentes (a) con el partido único del pasado, no es acto de venganza. Es reflexión tomada de las acciones cometidas y que han llevado, a revivir también, la frase de Porfirio Díaz: tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos.
Porque la caída del dictador suponía un cambio de fondo no nada más de forma. Si bien la sacrosanta revolución mexicana cumplió a cabalidad el primigenio objetivo del sufragio efectivo, no reelección, el movimiento armado no catapultó a las clases marginadas y sí empodero el militarismo que condujo los destinos nacionales a partir de la decena trágica.
Desde entonces, el reparto del poder se concentró en los generales que “ganaron” la revolución y que desconocieron a los luchadores sociales, los que intentaron que la igualdad en todos los sentidos, alcanzara a la población. El nacimiento del “nuevo ejército” ideado y concretado por Joaquín Amaro modificó la brutalidad de los “guachos”, que, enfundados en sus vestimentas oficiales, no respetaban al paisano -denominación para quienes no formaban parte del ejército- y lo despreciaban mostrando su poder sustentado en las armas.
Ahí se confirmó que el cambio fue cosmético. Aquellos que pretendieron el fondo y no la forma, terminaron asesinados y no pasó nada a quienes ejecutaron las órdenes superiores.
Con el nacimiento de las instituciones y el final de los caudillos, la organización militar permitió la recreación de algo conocido por tres generaciones: la concentración del poder que nadie discutía, porque todos los participantes recibían rebanadas y en ocasiones boronas del pastel.
Controlar a las clases sociales, el campesinado en primer término, el obrero en segundo y las llamadas organizaciones populares, dio origen al término “las cargadas”, que con el tiempo asumió el papel de “acarreados”.
El partido oficial, en sus tres denominaciones cuyo nieto aún conserva el nombre de PRI, impidió por 7 décadas, el ejercicio pleno de las libertades. Juez y parte en los procesos electorales, cuando perdía, arrebataba. Hasta que las condiciones políticas, los reclamos, las marchas, las multitudes protestando, obligaron a entreabrir la ventana y la presión ciudadana logró abrir las puertas de par en par, iniciando el cambio que hoy desapareció.
A partir de 2018, el llamado cambio cimentado en tres palabras: no mentir, no engañar y no robar, penetró profundamente en millones de personas que, cansadas de la concentración de poder político y económico, optó por el nuevo cambio.
Seis años después, se confirma que se trató de maquillaje que, sin ser de calidad, comenzó a desaparecer y las arrugas del pasado cobraron nueva vida.
METEORITOS
Sin negar que la pretendida justicia social llegara al 12 por ciento de la población a través de los llamados programas de bienestar y que para 2025 representa el 5 por ciento del Presupuesto de Egresos de la federación, en comparación se confirma que, en tres obras inconclusas, el gobierno federal gastó una suma similar en 2024.
El regreso del capital invertido en la población tiene nombre: votos.
De las obras, no hay forma de retorno de capital. La planeación de ellas, nunca existió y solamente obedeció a caprichos personales.
¿Dónde está el cambio?
Emilio Portes Gil, al cierre de su interinato a causa del asesinato de Álvaro Obregón, acuñó la frase: hay que impedir que en cada gobierno surja una nueva comalada de millonarios.
Una expresión que refería el confort en el que vivía la llamada clase política, rodeada de excesos y que jamás fue molestada. El militarismo se cubría entre sí. Los civiles, que llevan 79 años gobernando a partir de 1946, han seguido el camino trazado por Lampedusa. En cada relevo presidencial se explota la esperanza del cambio y cada cual quiere hacer un “nuevo México” con las ideas del “viejo modelo”.
Concentración de poder que enterró la promesa resumida en tres palabras: no mentir, no engañar y no robar.
¿Cuántas personas ingresaron a la nueva comalada de ricos en seis años?
Y ¿cuántos incrementaron sus fortunas de manera exponencial?
Lo dicho comendador: los cambios en México han sido para que nada cambie y, se regenere la desigualdad y fortaleza la “nobleza” política, poseedora de la “verdad, porque el pueblo manda”.
BRILLA EL SOL
Este mediodía habrá “asamblea informativa” que carecerá del contenido original para su realización. Ello, sin embargo, no impedirá el festejo. Quedó atrás el momento de reclamo público y será, eso sí, un evento en donde se repetirá la voz “nacionalista” que durante décadas ha sido el “motor” que mueve a la sociedad. *** Será la clásica reunión de miles de acarreados que vitorearán a la figura principal: la presidenta de México, a quien ovacionarán por la “defensa de la soberanía” y, porque a “México se le respeta”. *** Los coros se escucharán más allá de las fronteras -sur y norte- y serán el ejemplo de la “unidad nacional”. *** Nada más falso que modificar un presunto principio por una llamada telefónica. *** Diálogo del que no se conoce a cambio de qué se prorroga por un mes más la aplicación de los aranceles. Porque el presidente de Estados Unidos conoce y ejerce el dicho muy mexicano. No da paso sin huarache. *** Sin materia para cumplir la convocatoria al “pueblo de México”, el cambio hará felices a los miles que asistan a la plaza de la Constitución, porque, ahí se confirma la copia del pasado que proviene de los romanos: pan y circo. (frutsi y torta, además de bailongo)
CHOQUE DE METEOROS
A la consejera presidenta del INE, Guadalupe Taddei Zavala y sus adláteres en el Consejo General, se les vino el mundo por la decisión de eliminar a los ciudadanos en el conteo de votos para la elección de juzgadores. Como parte de un equipo, patean los reclamos y cambian todo para seguir igual: juez y parte.
E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Facebook Jesús Michel, en X Misionpolitica2000@gmail.com y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón en el 760 de amplitud modulada