Emiliano Aguilar, hijo mayor del intérprete Pepe Aguilar, compartió detalles inéditos del proceso legal que afrontó en Estados Unidos en 2017, cuando fue detenido en la frontera con México por tráfico de personas. En entrevista con el podcaster Akio Annechini, explicó que, contrario a lo informado por algunos medios estadounidenses, no purgó una condena larga.
Aunque durante el juicio fue intimidado por la fiscalía con una condena de entre 20 y 40 años de prisión, Emiliano Aguilar solo estuvo mes y medio en una cárcel federal. Sin embargo, su ausencia pública se extendió debido a que su madre, la cantante Carmen Treviño, lo internó en una clínica de rehabilitación en Tijuana, donde permaneció tres años.
Crecer en Tijuana, lejos de la bonanza de ser un Aguilar
Emiliano Aguilar es fruto del efímero matrimonio de Pepe Aguilar y Carmen Treviño. Los cantantes se divorciaron a mediados de los años 90, cuando él tenía dos años. Vivió parte de su niñez y adolescencia entre México y Estados Unidos. Antes de cumplir la mayoría de edad, Emiliano dejó la casa de su madre y se mudó a Tijuana, donde su contexto estuvo marcado por las carencias, la violencia y las adicciones.
Tres reconocer que vivía al margen de la ley, Annechini tocó el tema de su detención por tráfico de personas. Al mencionar que estuvo preso tres años, Emiliano Aguilar mencionó que durante muchos años se ha creído eso, pero en realidad solo estuvo un mes y medio en prisión y tres años en “un anexo”.
Aguilar explicó que su rehabilitación no formó parte de un acuerdo para obtener su libertad, sino una decisión tomada por su madre y abuela, quienes con engaños lo internaron. Recordó que tras su liberación regresó a Tijuana, donde volvió a sumergirse en el bajo mundo.
Por solicitud de su abuela, su madre organizó una comida que en realidad resultó ser una trampa. “Llegamos al ‘restaurante’ y escuché un portón. Mi mamá y mi abuelita me dicen ‘ya llegamos’”, indicó el rapero, quien subrayó que fue sometido por al menos 10 guardias de seguridad.
En tono de broma, dijo que durante su estancia en la clínica de rehabilitación solo le permitían salir para asistir a presentaciones de su padre en Tijuana o incluso en Ciudad de México.
Su vida después de recuperar su libertad
En 2021, luego de su largo proceso de rehabilitación, Emiliano Aguilar retomó su vida y residió temporalmente entre Tijuana y San Diego, donde finalmente se estableció y formó una familia. El año pasado, su padre Pepe Aguilar reveló que era abuelo, pero que no había podido conocer a su nieta debido al distanciamiento con Emiliano, cuya relación se fracturó luego de su detención.
A mediados de 2024, en medio del escándalo mediático que detonó la relación de su hermana Ángela con el cantautor Christian Nodal, Emiliano Aguilar avivó las tensiones con su padre al reclamarle públicamente por excluir de la boda de su hermana y al declararse fan de Cazzu, expareja de su cuñado.
Un amplio grupo de seguidores acusaron a Emiliano Aguilar de colgarse de la polémica para impulsar su carrera musical. Sin embargo, en diversas entrevistas ha asegurado que nunca ha tenido la intención de aprovecharse de la fama de su padre, quien no ha estado presente en gran parte de su vida.
La polémica más reciente entre Emiliano y la dinastía Aguilar surgió a finales del año pasado, cuando responsabilizó a su hermana Ángela de la ola de críticas que enfrenta en redes sociales por su relación con Christian Nodal. En una entrevista reciente, recordó que fue cuestionado por aconsejar a su hermana “aguantarse”, algo que no hizo de mala fe.
“Yo dije, ‘no, pues que se aguante’, pero yo no lo dije de mala onda. Lo dije porque a mí me lo dijeron una vez cuando me pasó la polémica de los chinos. Entonces todos me empezaron a llamar malagradecido”, expresó Emiliano, quien afirma que no tiene nada en contra de su padre y medios hermanos.
(Agencias)