La localidad de Nikoláevo-Dárino, en la región de Kursk, limítrofe con Ucrania fue liberada por las Fuerzas Armadas de Rusia, comunicó el Ministerio de Defensa ruso.
«Las unidades del grupo de tropas Norte liberaron la localidad de Nikoláevo-Dárino en el transcurso de las operaciones ofensivas», señala el comunicado de la entidad militar. Además, el grupo Norte derrotó a formaciones de 12 brigadas ucranianas en las zonas de 14 localidades fronterizas de Kursk, así como repelieron dos contraataques.
La Defensa rusa precisó que la aviación y artillería alcanzaron al personal y el equipo enemigo en las zonas de nueve localidades de Kursk y en las zonas de ocho localidades en la región ucraniana de Sumi.
«Durante la jornada, las pérdidas de las Fuerzas Armadas de Ucrania ascendieron a más de 190 militares, dos tanques, un vehículo blindado de transporte de tropas, 10 vehículos blindados de combate, cinco automóviles, así como seis puntos de control de vehículos aéreos no tripulados y un depósito de municiones. Tres militares ucranianos se rindieron», señaló el Ministerio.
En total, durante los combates en Kursk, Ucrania perdió a más de 55.190 militares, 321 tanques, 238 vehículos de combate de infantería, 184 transportes blindados de personal, 1.636 vehículos blindados de combate, 1.644 automóviles, 392 piezas de artillería y 44 lanzacohetes múltiples, incluidos 13 Himars y seis sistemas lanzacohétes múltiples de fabricación estadounidense, entre otros equipos.
Rusia continúa, desde el 24 de febrero de 2022, una operación militar especial en Ucrania, cuyos objetivos son proteger a la población de un genocidio por parte de Kiev y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia el este.
De acuerdo con el presidente ruso, Vladímir Putin, Rusia lleva 30 años intentando llegar a un acuerdo con la OTAN sobre los principios de seguridad en Europa, pero en respuesta se ha enfrentado a engaños y mentiras cínicas o a intentos de presión y chantaje, mientras que esa alianza bélica, a pesar de las protestas de Moscú, no deja de expandirse y acercarse a las fronteras rusas.
El pasado 6 de agosto, las tropas ucranianas iniciaron una incursión armada en la región de Kursk y ocuparon varias áreas, y desde el día 9 de ese mismo mes, la región vive una situación de emergencia a nivel federal.
Putin prometió «una digna respuesta» a la provocación de Kiev, al que acusó de disparar indiscriminadamente contra instalaciones civiles, y reafirmó que Rusia logrará todos los objetivos de su operación militar especial en Ucrania. Sputnik