El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos otorgó funciones a las agencias como el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la Administración de Control de Drogas (DEA), para que puedan investigar y detener a migrantes indocumentados en territorio estadounidense.
“La medida otorga a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley del Departamento de Justicia la capacidad de ayudar a identificar y detener a los extranjeros que han ingresado ilegalmente a nuestro país”.
De acuerdo con un comunicado del Departamento de Seguridad Nacional, el secretario interino de dicha dependencia, Benjamine Huffman, emitió el 23 de enero una directiva esencial para cumplir la promesa del presidente de EU, Donald Trump, de llevar a cabo deportaciones masivas.
Las funciones migratorias se extienden a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley del Departamento de Justicia-entre ellos los del FBI- de los alguaciles de Estados Unidos, la DEA, de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos y la Oficina Federal de Prisiones.
“Gracias a las políticas de apertura de fronteras de la última administración, hemos visto a criminales violentos y miembros de pandillas aterrorizar a las comunidades estadounidenses“, señala Benjamine Huffman en el documento.
Asimismo, indicó que durante décadas, los esfuerzos para encontrar y detener a los extranjeros ilegales no han contado con los recursos adecuados. “Este es un paso importante para solucionar ese problema”.
Por otra parte, este viernes comenzaron a usar aviones militares de Estados Unidos para deportar migrantes a su país de origen. Trump, en su primer día en el cargo, declaró la migración ilegal una emergencia nacional.
Por su lado, el Pentágono dijo que los militares estadounidenses proporcionarían vuelos para las deportaciones de más de 5 mil inmigrantes retenidos por las autoridades estadounidenses en El Paso, en Texas, y San Diego, en California.
