ULISES CORONA*
Al inicio del presente año, en la parte inicial del presente sexenio, la comandanta suprema de nuestra fuerzas armadas y presidenta de México; tiene para sí el reto de mandatar el rumbo de las Fuerzas Armadas en México, y junto con ella, todos los ciudadanos nos sumamos a la tarea de consolidar los ideales de honor, deber, lealtad, patriotismo y sumar a estos, honestidad, eficacia, profesionalismo, en equidad de género. Con ello, fortalecer a las instituciones militares y civiles para la soberanía al interior con capacidad de gobierno y en la vigencia de independencia nacional.
Propongo algunas reflexiones sobre estos retos que enfrentan, así como una prospectiva hacia el futuro.
Importancia actual de las Fuerzas Armadas en México
–Defensa de la soberanía nacional: La tarea fundamental de las Fuerzas Armadas es proteger la integridad territorial y la independencia de México. Aunque no existen conflictos internacionales inmediatos, su capacidad de disuasión sigue siendo esencial.
–Seguridad interna: Dada la compleja situación de violencia e inseguridad en el país, las Fuerzas Armadas (principalmente el Ejército, la Marina y la Guardia Nacional) han asumido roles protagónicos en el combate al crimen organizado, apoyando a las policías estatales y municipales.
–Ayuda humanitaria permanente: Las Fuerzas Armadas son fundamentales en la atención a desastres naturales como huracanes, sismos o inundaciones. El Plan DN-III-E y el Plan Marina son ejemplos de su respuesta rápida y eficiente.
–Contribución al desarrollo social: Participan en la construcción de infraestructura, el apoyo a programas sociales y la distribución de vacunas y medicinas, especialmente en regiones marginadas.
Retos actuales
–Equilibrio entre seguridad y derechos humanos: El despliegue de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública plantea preocupaciones sobre el respeto a los derechos humanos. Es necesario fortalecer la rendición de cuentas y las medidas para evitar abusos.
–Profesionalización y modernización permanente: Aunque México cuenta con una fuerza militar bien entrenada, la modernización tecnológica y la capacitación especializada son cruciales para enfrentar amenazas emergentes como el cibercrimen o el terrorismo transnacional.
–Definición clara de roles: La creciente participación de las Fuerzas Armadas en tareas civiles podría diluir su misión principal. Es importante que se delimiten sus competencias y se fortalezcan las instituciones civiles responsables de seguridad pública.
–Percepción pública y transparencia: Aunque las Fuerzas Armadas tienen una alta aceptación social, deben reforzar su transparencia, especialmente en el uso de recursos y la ejecución de proyectos.
–Crimen organizado y narcotráfico: El combate al crimen organizado sigue siendo un desafío mayor, dada la violencia, la corrupción y la complejidad de los grupos delictivos.
Prospectiva
–Reforma institucional: Se requiere un marco normativo más claro que defina el papel de las Fuerzas Armadas en seguridad interna y promueva la transición hacia policías civiles fortalecidas.
–Tecnología e innovación: Las Fuerzas Armadas deben incorporar tecnologías avanzadas, como inteligencia artificial y ciberseguridad, para enfrentar amenazas modernas.
–Fortalecimiento de la Guardia Nacional: Si bien depende de la Secretaría de la Defensa Nacional, su consolidación como una fuerza de seguridad civil debe ser prioritaria a largo plazo.
–Colaboración internacional: México podría fortalecer alianzas estratégicas en temas de seguridad, inteligencia y desarrollo militar con otros países para enfrentar retos comunes.
–Desempeño en el desarrollo sostenible: Las Fuerzas Armadas podrían contribuir más activamente en proyectos de reforestación, conservación ambiental y transición energética, alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Por ello, las Fuerzas Armadas de México son pilar esencial en la estabilidad y el desarrollo del país, en la tarea de visualizar mando y rumbo, en su creciente participación en ámbitos no tradicionales, lo que implica retos significativos. Para el futuro, es importante equilibrar sus responsabilidades, respetar los derechos humanos y fortalecer la institución con capacitación, profesionalización en nuevas competencias para garantizar la paz y el progreso del país.
Académico*.