Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Allá en 2006, poco antes de las elecciones más controvertidas en la historia democrática de México, en la televisión apareció un mensaje, breve, conciso y preciso:
AMLO ES UN PELIGRO PARA MÉXICO
Y seguramente influyó en los ciudadanos que acudieron a las urnas a depositar su voto. La elección estaba cerrada, muy cerrada. Andrés Manuel acariciaba el triunfo. Se burlaba de Felipe Calderón. Se volvió presumido e insoportable. Despreció participar en el primer debate.
Y de pronto, por 0.56% de diferencia, fue derrotado. Todo cambió para el tabasqueño. Nunca ocultó su amargura. Y durante 12 años rumió cómo vengarse y cómo destruir a sus enemigos. En 2018, inició el camino de la destrucción del país.
Demostró que el spot difundido en 2006 contenía la verdad.
Ahora habría que preguntarse si México es un peligro para Trump.
O ¿Trump es un peligro para AMLO?
¿Qué sabe Trump de las acciones, nexos, comunicación con los malandros que no conozcamos nosotros, los mexicanos, a los que desgobernó el tabasqueño?
¿Qué le hizo AMLO a Trump que lo orillo a traer la espada desenvainada?
Algo hay de fondo y no solamente la decisión de expulsar a miles, cientos de miles y probablemente hasta millones de migrantes ilegales entre ellos una buena parte de mexicanos; tampoco es gratuita la “opción disponible par que la use cuando crea conveniente” de utilizar la fuerza militar para atacar a los criminales de los cárteles criminales, como lo afirmó Marco Rubio en su audiencia para ser ratificado como el poderoso secretario de Estado. Imposible separar la amenaza de nuevos aranceles y la presión que ejercerá durante la revisión del T-MEC.
Se presume la “buena relación que entablo el presidente López Obrador con el presidente Trump”, ha dicho la presidenta de México.
Lo expresa como si apretara el “botón de pánico” para asegurar que “tendremos una buena relación con el presidente Trump” y, alerta, como si de verdad importara al republicano “México no es colonia de ningún país… es un país libre, independiente y soberano”.
Sin embargo, Trump no cede un centímetro del terreno recorrido y en el cual destiló su irritación hacia México.
Hoy, dentro de unas horas, el personaje al que le encanta lo llamen “magnate” asumirá el cargo como el 47 presidente de los Estados Unidos de América y, su equipo anuncia, que esta tarde firmará las órdenes ejecutivas que dará vida al “cumplimiento de promesas de campaña”.
El nerviosismo en México y en el mundo, aumenta y produce inquietud por observar hasta dónde llegará para “hacer grande a Estados Unidos otra vez”.
Trump tiene otras preocupaciones que atender. Quizá más importantes para concretar su slogan. Anunció que prevé ir a China en los primeros 100 días de su gobierno. Estará en la OTAN y marcará el nuevo diseño de seguridad para los aliados. Impulsará la presencia de gobernantes conservadores y fijará, también la mirada en Venezuela, de la que dice, llegó a su fin la era de Maduro.
Con la aparente reconfiguración de la geopolítica en marcha, Trump tendría que actuar en problemas mayúsculo.
Y, sin embargo, se centra en México.
¿Qué hay detrás de sus anunciadas acciones?
Su repetida “invitación” para que Canadá y México se conviertan en los nuevos estados de la Unión Americana, la “oferta” para comprar Groenlandia, muestra la clara intención expansionista.
¿De eso se trata?
Esta noche o en los siguientes días, sabremos a ciencia cierta si sus anuncios se concretan o si todo se trató de balandronadas.
Porque este domingo, Stephen Miller, quien fungirá como subjefe de gabinete de política de la Casa Blanca, llevó el mensaje a los líderes republicanos y la confirmación que Donald Trump, tiene previsto declarar una emergencia nacional en la frontera con México como parte de una serie de órdenes ejecutivas que implementaría inmediatamente después de asumir el cargo, según se informó a líderes republicanos durante una reunión el domingo.
«La amplitud de las órdenes, que harían cambios importantes en las políticas de inmigración, energía y contratación del gobierno, ilustra la urgencia con la que Trump y su equipo planean lanzar una agenda ambiciosa», señala el reporte del Wall Street Journal.
Así que, poco vivirá el que no confirme si México es un peligro para Trump o si el nuevo presidente es un peligro para México y para AMLO.
E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Facebook Jesus Michel, X @misionpolitica y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón en el 760 de amplitud modulada.
