Al principio se desmarcó del documento, pero conforme se fue acercando la toma de posesión, Donald Trump ha seguido las recomendaciones del Proyecto 2025, una plataforma ultraconservadora que plantea las acciones que debe tomar el nuevo gobierno en los primeros 180 días, para reorientar la relación bilateral con México.
Ideado por la derechista Heritage Foundation, el Proyecto para la Transición Presidencial 2025 plantea deportaciones masivas y presionar a México para que vuelva a ser un tercer país seguro que aloje a los migrantes rechazados por Estados Unidos; además aconseja forzar al gobierno mexicano a que combata de manera frontal a los cárteles de la droga y a que detenga la producción y trasiego de fentanilo.
Aunque durante la campaña presidencial, Trump llegó a decir que el programa de acción conservadora era “demasiado extremo” y que no conocía a los creadores, con el tiempo se ha revelado que muchos de los arquitectos del proyecto trabajaron en el primer gabinete del republicano e incluso han sido nominados para el segundo mandato, como es el caso de Russell Vought, propuesto para liderar la Oficina de Administración y Presupuesto.
La posible intervención del presidente electo podría evitar la prohibición de la aplicación en Estados Unidos
¿De qué trata el Proyecto ultraconservador que sigue Trump para su relación con México?
“Priorizar la seguridad fronteriza y la aplicación de las leyes de inmigración, incluidas las detenciones y deportaciones, es fundamental si queremos recuperar el control de la frontera, reparar el daño histórico causado por la administración Biden, volver a un sistema de inmigración legal y ordenado y proteger a la patria del terrorismo y amenazas a la seguridad pública”, refiere el documento al describir lo que debe ser el Departamento de Seguridad Nacional.
El Proyecto 2025 es respaldado por 114 organizaciones empresariales, académicas, sociales y culturales que comulgan con valores cristianos, son antiinmigrantes, condenan el aborto, rechazan los derechos LGBT+ y defienden la participación de las iglesias en el sistema educativo.
En materia migratoria, el Proyecto 2025 señala que “la reimplementación de la política Permanecer en México, los acuerdos de terceros países seguros y otras medidas para abordar la afluencia de solicitantes de asilo no mexicanos en la frontera entre Estados Unidos y México deben ser las prioridades desde del primer día de gobierno”.
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Sobre el perfil que debe tener el nuevo Departamento de Estado, cargo para el que ha sido nominado el senador republicano Marco Rubio, el documento consigna que “México es actualmente un desastre de seguridad nacional, ya no puede calificar como una nación del primer mundo; ha perdido funcionalmente su soberanía ante poderosos cárteles criminales que efectivamente gobiernan el país”.La próxima administración, subraya, debe adoptar una postura que exija un México “plenamente soberano” y tomar todas las medidas a su disposición para apoyar ese resultado lo más rápidamente posible.
Según el Proyecto 2025, el Departamento de Justicia tiene un papel clave en la lucha contra las organizaciones criminales transnacionales como la Mara Salvatrucha (MS-13) y los cárteles de droga mexicanos.
Al comenzar el nuevo gobierno, sugiere, “el departamento debería volver a centrarse sin complejos en desmantelar estas organizaciones criminales y encarcelar a sus miembros”. Sobre las estrategias a seguir, el plan conservador propone “implementar agresivamente la Ley de Organizaciones Corruptas e Influenciadas por el Crimen Organizado, que el Congreso creó expresamente para facultar al Departamento de Justicia a tratar los patrones de delitos a nivel intraestatal, como el robo, la extorsión y el asesinato, como conducta criminal federal para los delitos cometidos en el extranjero”.
En materia de drogas, el Proyecto da por hecho que “los mismos cárteles que controlan México de manera parasitaria también están trabajando con la República Popular China para alimentar la mayor crisis de drogas en la historia de América del Norte. Estos cárteles mexicanos están trabajando estrechamente con fabricantes chinos de precursores químicos del fentanilo, importando esos precursores químicos a México, fabricando fentanilo en suelo mexicano y enviándolo a Estados Unidos y otros lugares”.
La próxima administración, destaca el texto, debe insistir en un “México soberano” y trabajar con otros socios del hemisferio occidental para detener la crisis del fentanilo y poner fin a esta “amenaza sin precedentes para la salud pública”.
El documento de 922 páginas incluye un capítulo sobre el nuevo rol que debe jugar la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), dependencia por medio de la cual se canalizan recursos a diversos países del mundo para acciones de asistencia social, derechos humanos, Estado de derecho y procuración de justicia.
Al respecto, el proyecto lamenta que “años de ayuda extranjera no han logrado traer paz, prosperidad y estabilidad al hemisferio. La pobreza, el desempleo y el malestar social han llevado a victorias electorales de la izquierda desde México hasta Chile”.
Asegura que los gobiernos izquierdistas “son hostiles a los intereses estadounidenses y a la empresa privada, fomentan la corrupción, implementan políticas radicales que empobrecerán aún más a sus pueblos y amenazarán sus democracias, y son más abiertos a establecer alianzas con la China comunista”.
La próxima administración conservadora, según el Proyecto 2025, debe “reevaluar todos los programas de ayuda exterior de Estados Unidos a América Latina y poner fin a aquellos que no han logrado resultados después de años de esfuerzo”.
En lugar de ello, USAID debería concentrar sus recursos en fortalecer el libre mercado, los derechos de propiedad y poderes judiciales funcionales; también propone orientar recursos a acciones que “cuestionen las ideas socialistas que han capturado a demasiados gobiernos de la región y a los jóvenes de sus naciones”.
