Rusia sigue dispuesta a suministrar gas natural a los países de la Unión Europea (UE), aseguró el responsable del Ministerio de Exteriores ruso para la cooperación económica, Dmitri Birichevski.
«En cuanto a la posible reanudación de los envíos de hidrocarburos a Europa, quisiera remarcar que Rusia siempre cumplió con responsabilidad sus contratos de recursos energéticos. El presidente Vladímir Putin declaró en reiteradas ocasiones la intención del país de suministrar el combustible azul a través del territorio de Ucrania y por la tubería del gasoducto Nord Stream, que no fue afectado por el ataque terrorista», comentó el diplomático a Sputnik.
Birichevski enfatizó que el futuro del abastecimiento depende íntegramente de la decisión de las naciones de la UE, como importadores del combustible, y de Ucrania, como país de tránsito.
En 2022, el gigante del gas ruso Gazprom interrumpió los envíos de gas a Alemania, Bulgaria, Dinamarca, Finlandia, Países Bajos y Polonia después de que estos países se negaran a pagar por el combustible en rublos, en algunos casos, y por otros problemas.
El 1 de enero de 2025, Ucrania cumplió su amenaza de cerrar el grifo en pleno invierno al tránsito del gas ruso, afectando a Austria, Eslovaquia, Italia, República Checa, todos ellos miembros de la UE, y Moldavia.
Según Birichevski, las exportaciones de gas ruso a la UE en 2024 rondaron los 53.000 millones de metros cúbicos, lo que supuso un aumento de 18% frente al ejercicio anterior.
«Las empresas occidentales que tradicionalmente adquirían gas ruso están bajo una fuerte presión política. Pese a ello, en 2024 los despachos de gas ruso a Europa crecieron un 18% respecto al nivel del año anterior y ascenderán a unos 53.000 millones de metros cúbicos, de acuerdo con los cálculos preliminares», indicó.
Si bien, indicó, esta cifra es inferior al nivel registrado antes de la pandemia, pero en las actuales condiciones este volumen confirma claramente la fiabilidad de Rusia como proveedor y socio seguro en la cooperación energética.
«A diferencia de los políticos de Europa, nosotros comprendemos no solo nuestra responsabilidad por el cumplimiento de los acuerdos, sino también por la seguridad energética global. Rusia jugó un importante papel para superar las consecuencias de la crisis energética mundial en 2021-2023 y continúa garantizando la estabilidad de los suministros de hidrocarburos», recalcó.
El funcionario destacó que su país sigue dispuesto a la cooperación «correcta» con todas las empresas occidentales.
«No se interrumpió la colaboración con las compañías occidentales, esa cooperación sigue. A diferencia de nuestros oponentes, nosotros no discriminamos a nadie. Compañías estadounidenses, europeas o japonesas tienen una gran experiencia de participación en el desarrollo del mercado ruso que, a propósito, ha respondido de igual manera», consignó.
Birichevski precisó que la cooperación no será «como antes» y es que Rusia no puede no sacar conclusiones y no tomar contramedidas determinadas para defender sus intereses nacionales.
«Las circunstancias externas cambian objetivamente y la economía mundial es más distribuida, su centro de gravedad se desplaza al este, surgen nuevos mecanismos de cooperación. Por nuestro lado, estamos dispuestos a cooperar con todos los actores interesados, incluidas con las compañías occidentales, con la condición de que esa cooperación sea correcta», apostilló.
Antes, el presidente ruso, Vladímir Putin, indicó que su país ve las señales de las compañías estadounidenses que desean volver al mercado ruso, pero aclaró que las condiciones ahora son otras.
Rusia es blanco desde hace años de una ‘guerra económica’ por parte de Estados Unidos y los países de su órbita, una presión que sigue intensificándose.
El liderazgo ruso señaló que la política occidental de contención y debilitamiento del país es una estrategia a largo plazo y que las restricciones fueron un golpe duro para la economía global.
Las sanciones contra Rusia
Las sanciones secundarias contra Rusia son un fenómeno temporal, declaró el funcionario.
«Creo que las sanciones secundarias son un fenómeno temporal que no perdurará en un mundo verdaderamente multipolar», aseguró.
El diplomático precisó que hoy en día los países que son mayoría en el mundo exigen igualdad, apertura y asociación en las relaciones internacionales, incluido el comercio.
En este contexto, Birichevski expresó su seguridad de que «con el tiempo, el enfoque dañino de Washington, basado en el ‘chantaje sancionador’, simplemente dejará de funcionar».
«Nadie quiere tratar con extorsionadores y chantajistas, como lo son hoy en día nuestros antiguos socios de ultramar en las relaciones internacionales», explicó.
Según la base de datos Castellum.AI, se activaron más de 19.500 sanciones individuales y sectoriales contra Rusia desde el comienzo de la operación militar en Ucrania. Por su parte, el presidente ruso sostiene que la política de contención frente a Rusia forma parte de la estrategia a largo plazo de Occidente, y que las sanciones suponen un fuerte varapalo para la economía mundial.
El gasoducto Nord Stream
Alemania sigue sin dar señales de la posible reactivación de las operaciones del gasoducto Nord Stream para recibir gas natural desde Rusia, aseguró Birichevski.
«Hasta la fecha no hemos recibido señales de la disposición de nuestros socios europeos, en particular de Alemania, de reanudar las adquisiciones de gas a través del gasoducto Nord Stream», comentó el diplomático a Sputnik.
Birichevski subrayó que al parecer «la campaña rusófoba para infligir una derrota estratégica a Rusia impulsadas por las fuerzas ideológicas dominantes en Europa sacrificó la cooperación constructiva, mutuamente beneficiosa y de larga data, en la que se cimentaba el bienestar de la economía europea».
Alemania, otrora considerada la locomotora económica de Europa, está sacudida por la crisis que ha dejado en 2024 miles de empresas quebradas, según informes de la prensa local. Una crisis acentuada en particular por los elevados costos energéticos tras la interrupción de los suministros del gas procedente de Rusia por el gasoducto Nord Stream, que conecta directamente a los dos países por el fondo del mar Báltico.
Antes, Putin declaró que Alemania tenía la posibilidad de seguir recibiendo gas natural por una de las cuatro líneas que no resultó dañada en el sabotaje de septiembre de 2022 contra esta infraestructura.
El 26 de septiembre de 2022, tres de las cuatro líneas de los gasoductos rusos Nord Stream 1 y 2 fueron blanco de un sabotaje con cargas explosivas en el fondo del mar Báltico, cerca de una isla danesa y frente a las costas suecas, zonas bajo control de la OTAN, el bloque bélico que lidera Estados Unidos.
Una investigación periodística realizada por el prominente comunicador estadounidense Seymour Hersh, ganador del premio Pulitzer, reveló que buzos militares de EEUU colocaron las cargas explosivas bajo los gasoductos rusos en junio de 2022, durante los ejercicios Baltops de la OTAN. Citando fuentes con conocimiento directo de la planificación operativa de los ataques, Hersh acusó a los militares noruegos de activar los explosivos tres meses después, causando serios daños a los ductos que conectan a Rusia con Alemania por el fondo del mar Báltico.
Hersh subrayó que el presidente estadounidense, Joe Biden, aprobó el sabotaje tras más de nueve meses de debates secretos con su equipo de seguridad nacional.
Los preparativos para el sabotaje fueron coordinados por el asesor de Seguridad Nacional de EEUU, Jake Sullivan, quien convocó a un equipo interinstitucional para fraguar el plan, agregó el periodista de investigación. Según el comunicador, el sabotaje estadounidense a los gasoductos rusos es un tema tabú para los medios de comunicación dominantes de su país.
Alemania, Dinamarca y Suecia se han negado a efectuar una investigación conjunta con Rusia de los sabotajes a los gasoductos. Sputnik