NIDIA MARIN
Ante el horizonte autocrático de México y de otros países de América Latina, los exmandatarios y exmandatarias reaparecen en el escenario para evitar el retorno de los brujos, el regreso de las dictaduras, el golpe a las democracias y la sujeción de los pueblos.
¿O no…?
Aunque su presencia no evitó que en Venezuela por tercera ocasión tomara posesión Nicolás Maduro y que en nuestra República Mexicana tras bambalinas se ubique el verdadero regente (que en las monarquías es de mayor grado que el rey o la reina).
De ahí que recordemos las palabras de Simón Bolívar: “Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerlo y él se acostumbra a mandar; de donde se origina la usurpación y la tiranía”.
Hoy, en México y en otros países latinoamericanos, se presenta en el horizonte cercano una lucha para impedir que el pasado nos alcance nuevamente, aunque nuestros expresidentes, desde sus trincheras no políticas hayan dado incómodas muestras, tanto en su país como en el extranjero, de sus puntos de vista políticos.
Como señalara un investigador sobre las actividades de los exmandatarios latinoamericanos:
“El grupo más reducido de expresidentes es aquel con mayoría en el sector privado. Hay casos híbridos que comparten patrones comunes a lo largo de dos dimensiones, las cuales incluyen seis tipos de actividades. Este rango comprende tanto actividades que siguen teniendo directamente vinculación política en los ámbitos nacional e internacional —desde cargos honorarios partidistas hasta funcionarios internacionales—, como aquellas que en esencia no la tienen —empresas privadas, fundaciones, consejos de administración”
Cristian Márquez Romo, de la Universidad de Salamanca, España en su trabajo “¿A dónde van los expresidentes latinoamericanos? Salida de la política y trayectorias pospresidenciales en América Latina (1978-2018)”, dado a conocer por la Universidad de Antioquía, explica:
“Otro grupo de exmandatarios es el de quienes se desempeñan en consejos de administración y en fundaciones. En México, Ernesto Zedillo cuenta con una amplia trayectoria desde que dejó la presidencia en 2000 —Procter and Gamble, Alcoa, Union Pacific o la fundación Bill & Melina Gates—; Felipe Calderón, tras dejar el cargo, creó su propia fundación y se incorporó al consejo de administración de Iberdrola, en su filial estadounidense Avangrid, donde ya se desempeñaba su exsecretaria de Energía, Georgina Kessel. Tras dejar la presidencia en 1997 y 2006, Violeta Barrios de Chamorro y Vicente Fox crearon fundaciones con sus respectivos nombres”.
Y efectivamente, fue Ernesto Zedillo quien hace algunos días le puso el cascabel al gato al señalar sobre México:
“No necesitamos un país que sea una autocracia de partido hegemónico, donde el poder real e inmenso lo ejerza un caudillo instalado oculto a la oficina anexa de la Presidencia de la República, queremos una presidenta de verdad que mande, con las facultades constitucionales conforme a las reglas de una República democrática”.
Ello, fue pronunciado en el ITAM, mientras Vicente Fox y Felipe Calderón estaban en República Dominicana, sin poder acceder a Venezuela, para apoyar al verdadero triunfador electoral a la presidencia del país sudamericano, Edmundo González y a la dirigente popular Corina Machado.
Sí, los tres expresidentes mexicanos continúan activos, en tanto dos más, Enrique Peña Nieto y Carlos Salinas de Gortari, viajan, turistean y al parecer no se meten en política…hasta ahora.
Sí, por ejemplo, Peña Nieto en el actual mes de enero de 2025 fue visto en el templo de Karnak, ubicado en la región de Luxor en Egipto, mientras que Salinas de Gortari desde que adquirió la nacionalidad española constantemente visita la madre patria.
Como fuere, hasta ahora, sólo un expresidente de los seis existentes presuntamente actúa ilegalmente en política: Andrés Manuel López Obrador.
Y seguramente los demás no olvidan que el actual poder tras la Silla del Águila trató de llevar a consulta popular en septiembre del año pasado para que fueran enjuiciados sus cinco enemigos: Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
¿Lograrán evitar el retorno del brujo mayor a la Silla del Águila?
Pronto o tarde, pero lo sabremos.