El ABC de la Política
*Moreno, Cortés y Zambrano, la fatal tripleta
*El CCE, Medina Mora, posibilidad de la IP
GERARDO LAVALLE
A.- Por haber sido presidente de México debe tener todavía contactos en Palacio Nacional. Sería aventurado afirmar que el caudillo se oculta en el espacio que ordenó construir hace 500 años Hernán Cortés.
La afirmación de Ernesto Zedillo Ponce de León , solamente confirmó lo que desde siempre se presumió como hecho real: Andrés Manuel López no se ha ido, sigue gobernando, ordena qué se debe hacer y, por desgracia, la presidenta Claudia Sheinbaum atiende las indicaciones que, se crea o no en el círculo cercano del poder político, hace germinar la semilla sembrada por el tabasqueño y que busca la lucha de clases, la división nacional y hasta ahora lo ha conseguido mediante los llamados programas sociales, que no todos los son.
Desvelar que el expresidente despacha en una oficina anexa a Palacio Nacional, corrobora la especie analizada desde tiempo atrás: Andrés Manuel está en el proceso de convertirse en el Porfirio Díaz del Siglo XXI.
La información merecía, por sí misma y por quien lo dijo, despliegue en los medios. No todos los días se habla como lo hizo Zedillo, de quien los morenistas dicen hasta misa sin comprobar nada y después de 25 años siguen expresando vomitando el desprecio que le tienen porque, agrade o no, el que marcó la distancia con el partido hegemónico pasó a la historia como un presidente demócrata: entregó el poder que el PRI -en sus tres denominaciones- ostentó durante 71 años. Sin embargo, en las primeras planas de los diarios, los arranques de los noticieros en radio y televisión, algunos la minimizaron y la gran mayoría la ignoraron.
¿Acaso ya hay control de los medios de comunicación por parte del “libertario” gobierno del bienestar?
Se esperaba una fuerte reacción de la presidenta la mañana del viernes. No ocurrió o por lo menos tampoco se le dio importancia.
Es seguro que el domingo -por el cierre de esta edición no pudimos esperar-, durante la “celebración-festejo-fiesta” por los 100 días de gobierno, debió haber salido el peine para defender la independencia de la presidenta.
Todo indicaría que Andrés Manuel no se ha ido, no se irá y no se jubilará para dedicar su “valioso tiempo” a escribir la “verdadera historia de México. A Bernal Díaz del Castillo lo coloca como el ignorante que relató lo que ocurrió antes, durante y después de la conquista llevada a cabo con “la espada y la cruz”
B.- Han transcurrido 7 meses desde la realización de las elecciones federales, 9 estatales y en 2 mil 543 municipios y, ante el arrollador triunfo de Morena y sus aliados, las oposiciones en su conjunto, trabajando unidas antes y durante el proceso electoral, están pasmadas.
Hablar de los dirigentes que formaron el Frente Nacional Va por México, no es obsoleto. Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano nunca miraron para cruzar la autopista de los votos. A estas alturas, todavía buscan las placas del ferrocarril que los arrolló y los dejó prácticamente inválidos.
Ellos, dos y uno no, gozan de ser parte del Poder Legislativo. Son senadores Cortés y Moreno. Tuvieron la visión personalísima de que con el fueron salvarían el pellejo sin importar que PRI, PAN y PRD sufrieran la derrota inesperada. Zambrano no supo defender la existencia del otrora partido que logró unificar a las izquierdas. El registro nacional del PRD es cosa del pasado y servirá simplemente para examinar que, sin la sociedad, sin los ciudadanos, no hay partido.
A estas alturas y con el nuevo gobierno construyendo a velocidad supersónica el segundo piso de la “transformación”, los opositores vociferan en el desierto. De nada sirve que representen, aunque de mala manera, a millones de ciudadanos que les depositaron la confianza. Están, ahora sí, “moralmente derrotados” y no parece que haya alguien los salve de la depresión en la que viven.
¿Hay tiempo para regresar y recuperar la confianza de los ciudadanos?
Para ser realistas, no parecen suficientes tres años para lograrlo.
C.- Probablemente antes de finalizar enero, la Comisión Ejecutiva del Consejo Coordinador Empresarial lanzará la convocatoria para elegir al sustituto de Francisco Cervantes al frente del organismo considerado cúpula del sector privado y en el que se encuentran afiladas 16 organizaciones empresariales.
Hasta ahora solamente una persona se ha destapado para llegar a la presidencia del CCE: José Medina Mora, expresidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana. Se esperaría la inscripción de otros presidentes de las 16 organizaciones -parece ser que para aspirar al cargo se debe haber pasado por un periodo de presidir alguna de las 16 afiliadas-, aunque sería una sorpresa, porque al faltar días para la convocatoria, de ningún otro se habla.
Sin embargo, si las manos presidenciales a través de Marcelo Ebrard se meten en el proceso, lo que sería francamente injerencismo, podría surgir el nombre que le acomode al gobierno, como lo ha sido Cervantes, en cuyos tres periodos, ha demostrado docilidad ante el expresidente López y ahora con la presidenta Sheinbaum.
La Iniciativa Privada ha vivido cinco años apachurrada por el poder político. Carlos Salazar Lomelí y Cervantes no han podido lograr que se respete el quehacer de los empresarios y por ello las inversiones privadas han brillado por su ausencia y solamente algunos encumbrados millonarios han tenido oportunidad de desarrollar proyectos en alianza con los gobiernos y, por supuesto, han incrementado notablemente sus fortunas.
Ojalá y la elección del nuevo presidente de el giro de 180 grados y haga valer la existencia de la IP.