Los hutíes, que se hicieron con el control de gran parte de Yemen tras una revolución popular en 2014, ha emprendido ofensivas contra Israel y la navegación mercante vinculada a ese país en los mares Rojo y Arábigo desde noviembre de 2023, prometiendo continuar sus operaciones hasta que Tel Aviv ponga fin a la guerra en Gaza.
Los yemeníes están «ansiosos» por enfrentarse a Estados Unidos e Israel en el campo de batalla, y preparados para una confrontación directa con el enemigo, aseguró este 3 de diciembre en un comunicado Zaid al-Gharsi, director del Departamento de Medios de Comunicación y Asuntos Culturales del Gobierno de Salvación Nacional liderado por los hutíes.
«El pueblo yemení está deseoso de entrar en conflicto con los enemigos de la nación, y lleva 20 años gritando la consigna de ‘muerte a Israel’, además de enfrentarse a los equipos [militares] que desplegarían Estados Unidos y el régimen en su contra», advirtió al-Gharsi.
Los yemeníes han «entrado hoy en confrontación directa con sus adversarios, y les decimos esto: que sean bienvenidos a [su] gran infierno», advirtió el funcionario.
«Estamos en estado de alerta y nos hemos preparado para todos los escenarios posibles», subrayó al-Gharsi.
«Si el enemigo pensó que detendría a Yemen [por apoyar a Palestina contra Israel] le decimos que sufre una ilusión», agregó.
Según él, los yemeníes convertirán a sus enemigos «en cenizas» incluso si se ven obligados a luchar contra ellos con sus propias manos. Además, dijo, los intentos de presionar a los hutíes para que se sometan patrocinando a mercenarios contra ellos y atacando la infraestructura civil de Yemen fracasarán, como han fracasado en los últimos nueve años.
Las declaraciones de Al-Gharsi se producen en medio de un dramático aumento del número de ataques con misiles hutíes dirigidos contra Israel en las últimas semanas, con lanzamientos que siembran el caos en amplias zonas del país hebreo.
El despliegue estadounidense de una batería THAAD en Israel para proteger a su aliado en octubre ha tenido aparentemente poco impacto, ya que ayudó a interceptar un misil hutí la semana pasada, pero no ha podido con los proyectiles disparados casi a diario en los días anteriores o posteriores.
El vicepresidente de la Autoridad de Medios Hutí, Nasruddin Amer, se burló de las supuestas deficiencias del sistema estadounidense de defensa antimisiles, afirmando que «el sistema estadounidense THAAD más avanzado desplegado recientemente en la Palestina ocupada» había caído «en la categoría de defensas antimisiles fallidas contra la velocidad del misil hipersónico de Yemen».
Miles de israelíes se despertaron en plena noche y se vieron obligados a correr para ponerse a cubierto el 3 de enero por la mañana después de que el último misil hutí penetrara en el espacio aéreo israelí antes de ser interceptado, con escombros lloviendo sobre un asentamiento israelí en Cisjordania.
El servicio nacional de emergencias israelí informó de que 12 personas resultaron heridas cuando se dirigían a los refugios y otras nueve fueron tratadas por «ansiedad aguda» tras el ataque.
Los hutíes han lanzado más de 200 misiles y 170 drones contra Israel en el último año. Según las FDI, la gran mayoría no llegó a Israel o fue interceptada por los militares y los aliados israelíes en la región.
El grupo también ha llevado a cabo repetidos ataques con misiles y drones contra unos 100 buques mercantes que intentaban atravesar el mar Rojo, paralizando el transporte marítimo mundial. Los líderes hutíes amenazan con continuar esos ataques hasta que Israel cese sus operaciones bélicas en la Franja de Gaza.
Israel ha llevado a cabo ataques aéreos contra objetivos hutíes en tres ocasiones en respuesta a los ataques del grupo. Sputnik