POR DAVID MARKLIMO
Llega la temporada que nunca falta: la de hacer listas. Estos son los imperdibles, esto es lo mejor que pasó, aquello que no podemos olvidar. Pero para quien esto escribe es la época de darnos cuenta que la hemos regado y que dejamos fuera del relato anual varias cosas que merecerían tener su propio espacio. Así que antes de que el año acabe, se intenta remediar el desaguisado, con pequeños párrafos, como si eso lograse calmar las aguas.
No es premeditado hablar de obra maestra, pues lo que aquí se remite es realmente el magnum opus, el trabajo hecho con asombrosa habilidad, el trabajo más grande de un artista. Casualmente, este 2024 ha traído varias.
Una paz cruel, Theodor Kallifatides. En realidad, lo que es verdaderamente una obra maestra es la trilogía íntegra -que se completa con El arado y la espada y Campesinos y señores– en la que el escritor griego Theodor Kallifatides nos narra los peores años del siglo XX, no sólo de Grecia, sino del mundo entero. Ambientada entre 1941 y los años 50, veremos a través de los ojos del inocente e intuitivo Minos (un nombre regio, anclado en la mitología más clásica), la invasión nazi del Peloponeso (la gran península sobre la que reinó Esparta, una de las referencias de los sádicos nazis), con sus crueldades arbitrarias y su odio racial, las luchas partisanas y los desmanes de las ideologías y la vida en un país cuyo futuro parece destrozado. Da la sensación de que todo lo que está es inevitable que esté: erudición y ligereza, brutalidad y ternura, comedia y tragedia. Una obra mayúscula.
Los escorpiones, Sara Barquinero. Los escorpiones es una novela dentro de otras novelas, una especie de muñeca rusa literaria compuesta por cinco historias y dos interludios. Sara, Thomas, Margherita o Michaela, algunos de sus protagonistas, conducen a quien lee a abismos de deseo y muerte, futuros vampirizados, castigo, consumo y fantasmas. El libro ya ha logrado lo mejor que una obra puede conseguir: poseer una gran ambición. Es el libro de una gran lectora, que abre una conversación con el mundo. Es una obra notable, ambiciosa, de esas que te sumergen y no te dejan escapar. Un proyecto monumental resuelto con auténtica brillantez.
El cantar del profeta, Paul Lynch. En una noche oscura y lluviosa, Eilish abre la puerta a dos policías que preguntan por su marido. Esta es la primera imagen de la obra y nos es casual que fuese ganadora del Premio Booker en 2023. Ha sido catalogada como la gran novela actual del totalitarismo. Cuando su esposo no vuelve a casa, ella intenta convencerse de que ha sido un malentendido. Los días pasan, las desapariciones se multiplican y los disturbios son cada vez más frecuentes. A medida que crece el miedo sobreviene también el dilema: Eilish tiene que decidirse entre buscar a su marido, cuidar a su padre enfermo o controlar a sus tres hijos y sus ansias de enfrentarse al nuevo orden totalitario.
¿Quién mató a Bambi?, Monika Fagerholm. La escritora finlandesa evita todas las tentaciones morales que podrían asaltarle al lector al adentrase en una novela como esta: dos tramas con dos tragedias. Una tiene que ver con una muerte accidental, la otra con una violación grupal, las dos conectadas por un personaje. Son zonas pantanosas, donde el gris es el lugar común. Están las heridas, la tragedia, pero también está el humor. No hay explicaciones simples. Una lectura realmente profunda y magistral.
Theodoros, Mircea Cartarescu. ¿Qué es la ambición, cual es su precio, cómo se relaciona con el poder y la gloria? Sobre estas preguntas gravita Theodoros, la novela de la rumana Mircea Cartarescu, una auténtica epopeya llena de aventuras, misticismo y sabiduría. Se nos cuenta la historia de un ambicioso y soñador muchacho, criado en la Valaquia rural de principios del XIX que después se convierte en un temido y sanguinario pirata en el Egeo y, más tarde, llega a usurpar el trono y ser emperador de Etiopía. Mediante un injerto de realismo mágico en esta especie de novela histórica, la escritora rumano desata una escritura torrencial, fuerte y elocuente, sembrada de certezas, desaforada, con la que reivindica que el territorio de la novela abraca todo el universo.
