El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) dio a conocer este 19 de diciembre los resultados de la lucha contra la inmigración ilegal durante el último año fiscal, la cual mostró que se deportaron a más de 270.000 migrantes en el pasado año fiscal.
De acuerdo al informe publicado por la agencia, dependiente del Departamento del Interior de EEUU, el Gobierno del presidente de Joe Biden deportó a 271.484 inmigrantes en el período que va desde septiembre del 2023 hasta el mismo mes del presente año.
Se trata de la cifra más alta registrada en 12 años, ligeramente por encima del año con mayor número de deportación de inmigrantes ilegales de la Administración Trump, ocurrido en 2019, cuando se expulsaron a 267.258 indocumentados.
Vale recordar que el previo récord sucedió durante el último año del primer Gobierno de Barack Obama, cuando en una búsqueda para mostrarse duro con la inmigración ilegal en pleno año electoral, su administración —en la que el actual presidente Biden ocupaba el cargo de vice— deportó a casi 410 mil indocumentados, según datos oficiales.
Obama hizo campaña bajo la promesa de impulsar políticas migratorias más empáticas y encontrar una solución para los llamados dreamers, personas que llegaron al país a una temprana edad junto a sus padres, pero han pasado toda su vida adulta en el país.
Las cifras que arrojan el último informe de ICE representan casi el doble de las deportaciones registradas el pasado año fiscal, cuando los expulsados regresados a su país de origen por parte del Gobierno de EEUU fueron 142,580, la gran mayoría provenientes de Centroamérica y México.
Esto se debe, como ocurrió con el caso del entonces presidente Obama en su búsqueda de relección, en el marco de las elecciones presidenciales, en las que la administración demócrata buscó neutralizar las críticas del exmandatario Trump, quien acusó al presidente Biden y su vice Kamala Harris, a la postre abandera demócrata tras la salida del mandatario como candidato, de «liberar» la frontera sur con México.
El magnate republicano eventualmente triunfaría en los comicios del pasado noviembre con una plataforma parcialmente centrada en limitar fuertemente el ingreso de indocumentados y prometiendo «la mayor deportación de la historia».
En ese sentido, el presidente Biden puso en práctica durante su Gobierno un programa que permitía el ingreso de ciudadanos de Haití, Venezuela, Cuba y Nicaragua y les permitía quedarse legalmente durante 12 meses en el país, admitiendo una cifra máxima de 360 mil indocumentados por año, además de poner en prácticas otras iniciativas de reunificación de familiar de migrantes ilegales residiendo en EEUU y provenientes de América Latina.
Sin embargo, estos programas fueron pausados en el mes de agosto del 2024, luego de que las críticas de Trump sobre las políticas migratorias de Biden calaran entre los ciudadanos de cara a los comicios, que en todos los sondeos colocaban el tema de la inmigración ilegal como el principal problema del país, luego de la inflación.