Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Aunque había sido eliminado de la contienda presidencial, Marcelo Ebrard advirtió desde meses atrás, que la candidata presidencial del expresidente López, debería estar atenta con la nominación del candidato republicano a la Casa Blanca y puso el acento en el nombre de Donald Trump. Sus palabras fueron ignoradas y en la campaña oficial lasa amenazas hacia México se multiplicaron.
Claudia Sheinbaum, siguiendo el script de su mentor, argumentaba que eran promesas de campaña y habría que esperar los resultados. Llegaron más pronto que tarde y los votantes hicieron realidad el malévolo deseo del republicano quien, no tardó en ratificar sus compromisos electorales: aranceles, freno a la migración, deportaciones masivas de ilegales y ataque a los criminales.
Al convertirse en la primera mujer en ganar una elección presidencial, Sheinbaum continuó con su línea y al asumir el cargo, el uno de octubre, lanzó ratificó que México se mantendría como un país independiente y soberano y no permitiría injerencia de ningún gobierno en sus decisiones.
Apenas 37 días después de su asunción, Trump era declarado vencedor en las elecciones y Kamala Harris desaparecía del escenario.
Empoderado como el presidente electo más poderoso que haya tenido Estados Unidos, sin quitar el dedo del renglón ni cambiar el sentido de sus palabras de campaña, las amenazas comenzaron a ser tomadas en cuenta por Sheinbaum y su equipo sin dejar de lado el chauvinismo.
Durante el quinquenio con 10 meses en los que gobernó el señor López, se rehuyó tomar decisiones para combatir el narcotráfico y el crimen organizado, se trató con diligencia a Xi Jiping, las caravanas de migrantes nunca se frenaron, se ignoró el reclamo del vecino del norte para frenar las importaciones chinas y se permitió el contrabando asiático.
Sin haber tomado posesión y todavía lejano el juramento, Trump arreció sus amenazas y en México comenzó la toma de decisiones que, ocultadas bajo el mando del nuevo gobierno que solidificará el segundo piso de un proyecto inacabado, respondieron a las exigencias del republicano.
Desde hace un mes, las acciones no dejan mentir: captura de operados criminales, decomiso de millones de pastillas de fentanilo, captura a gran escala de cocaína, reducción del ingreso de migrantes y de productos chinos.
Según datos proporcionados por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, han sido detenidos más de 3 mil delincuentes integrantes de los cárteles de Sinaloa y Jalisco; abatido a quienes enfrentaron y emboscaron a las fuerzas federales en diversos operativos entre ellos el relumbrón del llamado “Enjambre”.
Ebrard, como titular de la Secretaría de Economía, se lanzó a decomisar mercancía procedente de Asia -siempre ha dicho que hay de Taiwán, Vietnam, Tailandia- y con el lema de “se les acabó la fiesta”, confiscó la almacenada y exhibida en Izazaga 89, conocido como el reino del contrabando y la piratería; días después, otro operativo en Sonora y cerró el año con uno más en Coahuila.
¿Qué hicieron sus antecesoras Graciela Márquez Colín, Tatiana Clouthier y Raquel Buenrostro? … ¿y Ricardo Ahued, Rosa Icela Rodríguez, Horacio Duarte y los marinos que estuvieron al frente de la Dirección General de Aduanas?
Al parecer todas y todos les pasó de noche el enorme contrabando de mercancías chinas, de precursores para producir fentanilo, de cocaína y otras drogas.
Parece poco creíble que quienes estuvieron en el pasado gobierno no supieran de los actos delictivos en materia comercial. Del crimen y el narcotráfico, se ha especulado que el pasado gobierno podría haber estado relacionado con la “libertad” para operar.
En materia de migración, de las deportaciones masivas, se niega que vayan a ocurrir, pero en calidad de mientras el canciller, Juan Ramón de la Fuente despacha en Estados Unidos, recorre todos los consulados y contrata abogados en una operación que, se dice, es para proteger a los mexicanos que se encuentren en suelo estadounidense de manera ilegal. “No están solos”, les dice a los connacionales que envían 60 mil millones de dólares anuales en remesas.
Omar Harfuch se encuentra estacionado en Culiacán y dirige personalmente los operativos que, afirma, les han pegado a los cárteles. Una medida tomada para frenar el ataque con drones y sicarios para eliminar a los jefes de los cárteles.
A pesar del patrioterismo mexicano, el Senado de la República autorizó el ingreso de fuerzas especiales y miembros de varias agencias de Estados Unidos, para “realizar acciones de cooperación”.
Y de pronto, en 82 días, se han realizado aprehensiones, abatimientos, decomisos.
¿Nada qué ver con las amenazas de Trump?
Nadie debe chuparse el dedo.
¡Son acciones de reacción a las amenazas que cumplirá Trump si el gobierno México sigue ignorando los reclamos de Estados Unidos!
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