Dificultades Mundiales Para Lograr los  Objetivos de Desarrollo Sostenible

A la Vuelta de la Esquina

 

IVÁN RUIZ FLORES

La conflictiva mundial está impidiendo que los Objetivos de Desarrollo Sostenible, de la Agenda 2030 pactados por una mayoría de las naciones integrantes de la Organización de las Naciones Unidas no se estén cumpliendo en el mundo.

De ahí que tampoco se han logrado grandes resultados en la oportunidad histórica para América Latina y el Caribe, de lograr avances significativos en diversas materias como son: la erradicación de la pobreza extrema, la reducción de la desigualdad en todas sus dimensiones, un crecimiento económico inclusivo con trabajo decente para todos, ciudades sostenibles y cambio climático, entre otros.

La situación que se vive en el mundo, evidentemente ha repercutido en América y el Caribe, donde hasta junio, por ejemplo solamente se había avanzado en 17% (no hay que olvidar que forma parte de la Agenda 2030), pero de acuerdo al informe oficial “menos de la mitad muestra un progreso mínimo o moderado y más de un tercio está estancado o retrocediendo”.

Resalta en la ONU lo que ha influido en el atraso: “los impactos persistentes de la pandemia de la COVID-19, la escalada de conflictos, las tensiones geopolíticas y el creciente caos climático han obstaculizado gravemente el progreso”.

Por el contrario, en el caso global y particular, 23 millones de personas más se vieron abocadas a la pobreza extrema y un total de 100 millones más sufrían de hambre en 2022 en comparación con 2019. 

Además, el número de muertes civiles en conflictos armados subió repentinamente en 2023 (y está incrementándose seriamente en 2024). 

Se supone que la agenda era civilizatoria, ya que colocaba la dignidad y la igualdad de las personas en el centro de los proyectos y hacía un llamado a cambiar el estilo de desarrollo prevaleciente.

FALTA IMPULSO EN

VARIAS NACIONES

La alianza mundial reforzada establecía el compromiso para llevar adelante el cambio y la prevención de desastres por eventos naturales extremos, así como la mitigación y adaptación al cambio climático.

Sin embargo, falta impulso todavía para la erradicación de la pobreza, el hambre cero, salud y bienestar, educación de calidad, igualdad de género, agua limpia y saneamiento, energía asequible y no contaminante, trabajo decente y crecimiento económico, industria, Innovación e Infraestructura, reducción de las desigualdades, ciudades y comunidades sostenibles, producción y consumo responsables, acción por el clima, vida submarina, vida de ecosistemas terrestres, paz, justicia e instituciones sólidas y alianzas para lograr objetivos.

En seis años que faltan es posible lograr progresos.

Aunque México tampoco ha avanzado lo suficiente. Hoy, por ejemplo, siguen presentes los problemas ambientales como la escasez de agua, la generación de energía, la basura, la contaminación, la erosión de los suelos y la deforestación.

Su problemática cada vez es mas grave. Como ejemplo, Enlight menciona lo sucedido en mayo pasado cuando la Ciudad de México entró en una crisis ambiental debido a la mala calidad del aire, las elevadas temperaturas y los incendios forestales que contribuyeron a una contaminación calificada como alarmante, por lo cual se registraron varias contingencias ambientales.

Sin embargo, en lo general, en el rubro que se han logrado los mayores avances mundialmente es, de acuerdo a la ONU, es en relación con el aumento de la esperanza de vida y la reducción de algunas de las causas de muerte más comunes relacionadas con la mortalidad infantil y materna.

Además, hay mejoría en cuanto al aumento del acceso al agua limpia y el saneamiento, la reducción de la malaria, la tuberculosis, la poliomielitis y la propagación del VIH/SIDA.

No obstante, advierten los especialistas, se necesitan muchas más iniciativas para erradicar por completo una amplia gama de enfermedades y hacer frente a numerosas y variadas cuestiones persistentes y emergentes relativas a la salud.

Pero hay otros rubros con menor suerte, ya que suelos, agua, océanos, bosques y biodiversidad están siendo rápidamente degradados. 

“El cambio climático está poniendo mayor presión sobre los recursos de los que dependemos y aumentan los riesgos asociados a desastres tales como sequías e inundaciones. Muchas campesinas y campesinos ya no pueden ganarse la vida en sus tierras, lo que les obliga a emigrar a las ciudades en busca de oportunidades”, advierte la ONU.

Y se hace notar… “Necesitamos una profunda reforma del sistema mundial de agricultura y alimentación si queremos nutrir a los 925 millones de hambrientos que existen actualmente y los dos mil millones adicionales de personas que vivirán en el año 2050”.

Respecto del crecimiento económico y el trabajo, es triste, pero, aproximadamente la mitad de la población mundial todavía vive con el equivalente a unos 2 dólares de los Estados Unidos diarios, y en muchos lugares el hecho de tener un empleo no garantiza la capacidad para escapar de la pobreza. 

“Debemos reflexionar sobre este progreso lento y desigual, y revisar nuestras políticas económicas y sociales destinadas a erradicar la pobreza”, señala.

Además, considera: 

“La continua falta de oportunidades de trabajo decente, la insuficiente inversión y el bajo consumo producen una erosión del contrato social básico subyacente en las sociedades democráticas: el derecho de todos a compartir el progreso. La creación de empleos de calidad seguirá constituyendo un gran desafío para casi todas las economías”.

En este 2024 se darán a conocer con mayor certeza los resultados hasta ahora de los Objetivos Sostenibles cuando faltan seis años para saber si hubo éxito o no.  

 

  

 

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