El Gobierno de Rusia repudió el ataque ucraniano del 10 de diciembre contra un automóvil de los expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que se dirigía a la central nuclear de Zaporozhie.
«Condenamos en términos enérgicos estos actos del régimen de Kiev que cree en su impunidad», señaló el Ministerio de Exteriores de Rusia en un comunicado.
Según precisó la Cancillería rusa, el primer ataque ucraniano ocurrió alrededor de las 15:00 (12:00 GMT) y un segundo ataque se produjo una hora y media después, cuando la caravana de vehículos regresaba tras llevar a los expertos del OIEA a la línea de separación de las fuerzas.
Rusia expresó también su indignación por este ataque de Ucrania al vehículo del OIEA que se utiliza para la rotación del personal de la agencia en la mencionada planta nuclear.
El ataque ucraniano fue duramente condenado antes por el director general de la propia organización internacional, Rafael Grossi.
«Compartimos la indignación de la dirección del OIEA ante la provocación y los actos irracionales del régimen de Kiev que no solo continúa cometiendo crímenes, creando amenazas y perpetrando ataques a las instalaciones nucleares rusas, sino que también decidió poner en peligro la vida de los funcionarios de la organización internacional, así como la de los soldados rusos que garantizan la rotación», enfatizó el ministerio.
El ataque, subrayó, «evidencia el desprecio total de las autoridades ucranianas por las normas del derecho humanitario y los acuerdos alcanzados, así como su total falta de respeto de la inmunidad del personal de las organizaciones internacionales».
«Constatamos con indignación que, al cometer crímenes cada vez más monstruosos, Volodímir Zelenski y quienes le apoyan ignoran las consecuencias y la opinión internacional, y de hecho, anteponen sus ambiciones y sus políticas nefastas y destructivas al desconocer, de hecho, los conceptos y los principios mismos de la seguridad nuclear», puntualizó.
El Ministerio calificó los actos de Ucrania como «una provocación evidente» realizada de cara a la reunión de la Junta de Gobernadores del OIEA prevista para el 12 de diciembre.
La Cancillería rusa instó también a Estados Unidos y los países de su órbita a dejar de apoyar a Zelenski y tomar medidas para llevar ante la justicia a los responsables de esta nueva provocación.
La central nuclear de Zaporozhie, la mayor de Europa con seis reactores y una potencia total de 6.000 megavatios, es custodiada por las fuerzas de Rusia desde marzo de 2022. La planta pasó a ser propiedad de Rusia en octubre de 2022 después de que la región de Zaporozhie, donde se ubica la instalación, se incorporara a este país tras celebrar un referendo apoyado por la mayoría de la población.
Las fuerzas rusas llevan a cabo desde febrero de 2022 una operación militar para detener los bombardeos ucranianos contra los civiles de Donetsk y Lugansk, dos territorios que se independizaron de Ucrania en 2014 y se adhirieron a Rusia en septiembre de 2022.
Los objetivos de la campaña militar son detener el genocidio de los pueblos de Donetsk y Lugansk que cometía el Gobierno ucraniano y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la OTAN hacia el este. Ucrania es apoyada militarmente por la mayoría de los Estados miembros de la OTAN, el bloque bélico que lidera EEUU. Sputnik
