ULISES CORONA*
Las relaciones entre México y Estados Unidos son complejas debido a una combinación de factores históricos, políticos, económicos y sociales. El resultado de la elección norteamericana y el inicio del ejercicio gubernamental en México pone en la mesa de debate, las reglas que escritas en la diplomacia y las no escritas en la vida pública, serán las que regirán la relación bilateral.
Muchos analistas han desarrollado el listado mínimo de temas que deberán fortalecer esta relación, sin embargo, pocos enlistan los aspectos que vulneran nuestra pacífica convivencia.
Considero necesario enumerar los aspectos que estancan y limitan nuestra buena vecindad y sobre los cuales deberemos trabajar.
- Frontera y Migración: Inmigración indocumentada, así como la migración masiva de mexicanos y otros latinoamericanos hacia Estados Unidos genera tensiones políticas y sociales.
Políticas fronterizas: El endurecimiento de las medidas de control fronterizo y la construcción del muro fronterizo son puntos de fricción.
Trato a los migrantes: Las condiciones en centros de detención y las deportaciones masivas afectan la relación bilateral.
- Drogas, su tráfico y con ello el Crimen Organizado: La violencia en México vinculada al narcotráfico y el consumo de drogas en Estados Unidos genera tensiones.
Tráfico de armas: Estados Unidos es una fuente principal de armas ilegales hacia México, lo que alimenta la violencia.
- Economía y Comercio: T-MEC: Aunque el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) regula el comercio, hay disputas sobre temas como el sector energético, la agricultura y las reglas laborales.
Desigualdades comerciales: Las asimetrías económicas y salariales generan resentimientos y desafíos en las negociaciones.
- Temas Energéticos: Las políticas de México en el sector energético (como fortalecer a PEMEX y CFE) han generado conflictos con empresas estadounidenses e inquietud por el cumplimiento de acuerdos internacionales.
- Seguridad Nacional y fortalecimiento de estrategias de inteligencia: Iniciativa Mérida, aunque se ha trabajado en programas de seguridad, hay diferencias en prioridades y resultados percibidos.
Espionaje y vigilancia: Casos como el espionaje de Estados Unidos a líderes mexicanos han dañado la confianza.
- Derechos Humanos y Justicia:
Críticas de Estados Unidos sobre violaciones a derechos humanos en México, como desapariciones forzadas y ataques a periodistas.
Extradiciones y cooperación judicial, con desacuerdos sobre casos específicos como el de Genaro García Luna o el General Salvador Cienfuegos.
- Medio Ambiente y Cambio Climático: Tensiones sobre el cumplimiento de acuerdos climáticos y el manejo de recursos compartidos como el agua en la frontera.
Proyectos mexicanos que afectan la biodiversidad y preocupan a actores estadounidenses:
- Relaciones Políticas y Soberanía: Intervencionismo, percepción mexicana de una intromisión excesiva de Estados Unidos en asuntos internos.
Retórica nacionalista: Discursos en ambos países que exacerban tensiones, como las pasadas críticas de AMLO hacia Estados Unidos o la narrativa antiinmigrante de políticos estadounidenses.
- Migración de Terceros Países: La presión de Estados Unidos para que México actúe como “filtro” y detenga a migrantes de Centroamérica, genera tensiones en la relación bilateral.
- Política Exterior: Diferencias en posturas sobre temas globales, como las relaciones con países como Cuba, Venezuela o China, que reflejan intereses divergentes.
Contrario a lo que muchos piensan al respecto de los aspectos que fortalecen la relación de países tan diferentes y complejos, quizá deberíamos iniciar en “limar asperezas” para buscar en la diversidad los aspectos que nos pueden hacer un poco más iguales, más similares y a partir de ahí: Construir puentes de entendimiento.
Académico Universitari0*o