SE COMENTA SOLO CON
CARLOS RAMOS PADILLA
Nuevamente los millones de personas que coincidimos en esta generación estamos expuestos, muy vulnerables, ante las ambiciones de poder y las patologías de los gobernantes que tienen el máximo poder de desatar una guerra devastadora.
Nos les basta con dominar, sino que se quieren apropiar, se sienten dueños del destino. Muchos de ellos encumbrados y sostenidos por tiranías y algunos más por seguir las nefastas instrucciones de doblegar a los pueblos a caprichos insensatos.
Hoy toda la humanidad depende del humor de un sujeto que ha trepado pisando los cadáveres que en su camino le fueron estorbando. Un sujeto que vive y duerme con la necesidad de la imposición y burlando las libertades y garantías de su propia gente.
Me refiero a Vladimir Putin.
La crisis entre Rusia y Ucrania está alcanzando escalones de complejidad luego de la autorización del Gobierno de Estados Unidos para que Ucrania emplee misiles de largo alcance que impacten en Bielorrusia y Rusia. Es este tipo de arrebatos los que deberían de tener fuertes reacciones y sanciones de, por ejemplo, el G-20 hoy preocupado a instancias de México, en sembrar arbolitos.
La condena mundial debe ejercer presión para evitar que cada minuto sobrevivamos a la intención de apretar el famoso botón nuclear. Es desde febrero del 2022 que nos mantenemos en alerta luego de la invasión a Ucrania y sus desesperados llamados a la solidaridad global. El reciente uso de armamento (misiles) ATACMS tienen la capacidad de alcanzar objetivos estratégicos a 300 kilómetros de distancia con precisión. La idea es destruir bases militares, de inteligencia y líneas de suministro de combustibles rusas.
Como se ha registrado en el interminable conflicto en Medio Oriente con los desatinos y equivocaciones de los misiles israelíes sobre áreas de población civil, las consecuencias prometen un desastre mayor por la intolerancia rusa al ejercer atentados contra la soberanía de otras naciones.
Putin se ha atrevido a calificar la reacción militar de Ucrania como una “escalada peligrosa” que despierta la basura necesidad de amenazas, como primer paso, al
envío de cargas explosivas nucleares. Es muy probable que, con la llegada de un negociador del calibre de Trump a la Casa Blanca, disminuya la tensión reduciendo el apoyo que Biden ofreció a Ucrania y entonces ejerza presión sobre Putin para establecer un acuerdo geopolítico. No hay perder de vista que México juega un papel crucial en esto ya que aun siendo frontera con los Estados Unidos el Gobierno mexicano ha coqueteado con el ejercicio de Putin y sus aliados como Cuba y Venezuela además que nuestras reservas de hidrocarburos son un motivo de codicia y valor frente a las guerras.
Otro factor es la posición de los aliados europeos que buscan fortalecer a sus territorios como son Francia, Alemania, Italia, España y el Reino Unido consolidando su apoyo a Ucrania y reforzando a la OTAN para la defensa de Europa del Este contrarrestando la influencia rusa.
En el otro extremo Corea del Norte ofrece solidaridad con Putin mientras que China presenta una conducta ambivalente.
Por lo pronto la inestabilidad golpea nuevamente a los mercados al horizonte económico mundial que se vuelve a refugiar en el oro. A lo largo de más de mil días de enfrentamiento y guerra entre Rusia y Ucrania la geopolítica se ha modificado.
Se está escribiendo un naciente capítulo de venganzas y tiranía a razón de la vida de la humanidad. Algunos se atreven a anticipar la consolidación de la Tercera Guerra Mundial en un fatalismo que no se aleja de la posibilidad.