Por Edmundo Cázarez C
-Tercera de cinco partes-
Foto EL UNIVERSAL
Demetrio Bilbatúa es más que un cineasta y un documentalista cinematográfico, sino que se ha convertido en un vivo testimonio. Es memoria y pasión por México. A lo largo de siete largas décadas se ha dedicado en cuerpo y alma, acompañado por su inseparable cámara, a documentar la evolución de este grandioso país, teniendo el privilegio de ser testigo de los más grandes acontecimientos ocurridos desde que México lo recibió, siendo un niño de 9 años de edad, junto con su familia, cuando huyeron de España, en donde su padre y tíos fueron fusilados por el tirano Francisco Franco, durante la Guerra Civil.
En esta tercera parte de la entrevista exclusiva que concedió a EL UNIVERSAL, expresa: “Soy un hombre que dice más con imágenes que con palabras, porque es mi forma de comunicación y cuya gramática fílmica, es lo que define mi trayectoria en el ámbito cinematográfico como en lo personal”
El pasado miércoles 27 de noviembre, en la Fundación Miguel Alemán, recibió un merecido reconocimiento a su brillante trayectoria como cineasta y documentalista, en donde le otorgaron la Medalla al Mérito Empresarial Francisco Ibarra López, por su visión empresarial y capacidad de innovación dentro de los medios de comunicación. Con emotivas palabras pronunciadas por Enrique Bustamante, a nombre de la Academia Mexicana de la Comunicación, emocionó a los presentes al definirlo como un artista que ha dedicado su vida a “pintar con luz”, dado que su extensa obra fílmica no solo ilustra la belleza de nuestro país, sino que se convierte en un testimonio vivo de nuestra cultura, de nuestras tradiciones y los valores que nos definen como nación.
Para Demetrio Bilbatúa, la cinematografía es el arte del tiempo y en las formas del espacio. Asegura que sus documentales que han sido ovacionados en todo el mundo, los considera como el tratamiento creativo de la realidad, porque la sintaxis de la gramática televisiva y cinematográfica, es la edición de las imágenes.
Teniendo a sus espaldas poco más de un millar de interesantes y valiosos documentales que ha realizado durante toda su vida, la vieja fábrica de los sueños e incubadora de millones de imágenes captadas por su cámara, misma que se transformó en la exitosa empresa NEW ART, productora de películas, doblajes y series para plataformas tales como Netflix, Prime, Disney, entre otras más, equipada con sofisticada tecnología de punta y Salas 4K con sonido 7.1, cuenta con un equipo humano de primera, comprometido en dar lo mejor de ellos, quienes se encargan de revisar minuciosamente cada uno de los documentales para que su producción sea de primerísima calidad.
Al realizar un “clavado a su memoria”, como me lo expresó, le pregunté:
-El adolescente Demetrio Bilbatúa comenzaba a destacar a pasos agigantados por esa calidad humana que le caracteriza y distingue… ¿Ya empezaba a conquistar chicas mexicanas?
-Era un jovencito de lo más normal que te puedas imaginar, que, a lo mejor, con las niñas podía tener cierto éxito.
– ¿Cómo decide entrar a la prepa 2?
-Ante la inminente necesidad de trabajar, mi hermano Ángel me dice: “Mira, empiezan las transmisiones de la televisión mexicana y me están ofreciendo un trabajo, así es que, tienes que venir ayudarme a cargar los tripiés y cámaras para Telesistema Mexicano, lo que hoy es Televisa…
– ¿Y qué sucedió?
-Pues no lo iba a dejar solo con esta fabulosa oportunidad de tener un empleo en la televisión mexicana. Sin pensarlo más, me involucré con mi hermano, había muchísimo trabajo en Televicentro de avenida Chapultepec, la empresa de don Emilio Azcárraga Vidaurreta, el papá de “El Tigre” Azcárraga y abuelo de Emilio Azcárraga Jean, había fundado.
– ¿Se le complicaba el lenguaje o los términos técnicos que se utilizaban en la televisión?
– ¡No!!, al contrario, me parecía algo fascinante…
– ¿Estando ahí en Televicentro, se dijo por dentro… ¡Esto es lo mío!!?
– ¡Exacto!! Inmediatamente percibí que, eso, era lo mío. Mira, por ejemplo, en cada una de las latas que hay a nuestras espaldas, contiene un valioso documental…
– ¿Cuántos documentales grabó a lo largo de su muy valiosa trayectoria de cineasta?
-Poco más de mil en cine profesional de 35 milímetros. Cada uno de esos documentales contienen toda la historia de este gran país, durante los últimos setenta años. He sido un privilegiado en filmar la historia de este grandioso país durante las últimas siete décadas.
-EL UNIVERSAL, también es precursor de la historia gráfica de nuestro querido México…
-Don Juan Francisco Ealy Ortiz, siempre se ha caracterizado por ser un hombre sumamente trabajador.
– ¿Desde cuándo lo conoció?
-Desde que me hice socio de Agustín Barrios Gómez, el licenciado Ealy Ortiz, me pareció un hombre con una enorme y maravillosa visión empresarial, tan es así, que ha llevado a EL UNIVERSAL a la cima del éxito, colocándolo como el periódico de mayor penetración dentro de los medios de comunicación de habla hispana en el mundo entero.
-Para continuar con su incursión dentro de la televisión, cuénteme cuál fue la primera encomienda que le dio su hermano Ángel, estando ya en Telesistema Mexicano?
-Mi primera labor fue conocer a don Eulalio Ferrer, un brillante publicista y también de origen español…
-Vaya que su hermano Ángel, hacía “honor” a su nombre para lograr conectar oportunidades de empleo…
-Sí, la verdad es que sí. Ángel era un auténtico catalizador de amigos y muchísimo más sociable que yo.
– ¿La tarea de los “Ángeles”, es engarzar eslabones entre las personas?
-Ja, ja, ja… ¡Qué bonita definición!! Mi hermano Ángel poseía un “don” de gentes y hasta logró hacerse gran amigo de Luis Buñuel, el prestigiado director cinematográfico y autor de la época de “oro” del cine mexicano, pero, sobre todo, supo ganarse la confianza de don Eulalio Ferrer… ¡Qué más te puedo decir acerca de mi querido hermano Ángel!! Resulta que don Emilio Azcárraga Vidaurreta -el abuelo-, lo quería muchísimo, También pudo mantener una muy buena amistad con don Luis de Llano Palmer…
– ¿Usted cosechaba, lo que su hermano sembraba?
– ¡Es que éramos los dos!!, en mi caso, lo que me quedaba era aprovechar al máximo la sinergia de mi hermano y caminar al lado de él.
– ¿Qué le decían esos “monstruos” del cine y la televisión, cuando lo veían junto a su hermano?
-Solamente me observaban porque, yo, de a tiro, era un escuincle, vamos, mucho muy jovencito. El mismo Luis Buñuel se me quedaba viendo con cierta compasión y ternura, porque casi era un niño.
– ¿Qué sentía estar cerquita de Luis Buñuel y cómo era su trato?
-Yo sabia perfectamente quien era el señor Buñuel, que había hecho aquella grandiosa película “Los Olvidados” La verdad, don Luis Buñuel no tenía una simpatía “arrolladora”, que digamos, sino, más bien, era un hombre completamente surrealista en su persona y en su trabajo
– ¿Le caía bien?
-Yo no aceptaba del todo el surrealismo de Luis Buñuel, hasta llegué a discrepar con él …
– ¿Por qué?
-Pues por lo que me tocó vivir en España y lo que encontré al llegar a este maravilloso país.
– ¿No le parece que es demasiado exigente hasta con usted mismo?
-Demetrio Bilbatúa, había vivido una estrujante realidad en España, pero ya en suelo mexicano, estaba viviendo el lado bello de la vida.
– ¿Qué le decía el señor Buñuel cuando usted se le ponía “al brinco”?
-Se atacaba de risa y me decía… ¡condenado chamaquito!!, porque apenas yo tenía 15 años de edad. La verdad, es que le aprendí muchísimo. Luis Buñuel ya era un hombre muy famoso, se había consagrado con la película “Los Olvidados”
– ¿Cómo le hacía ese “puberto” para atreverse confrontar a un gigante de la época de “oro” del cine mexicano?
-Me ponía a leer todo lo que estuviera a mi alcance, libros de André Bretón, Salvador Dalí y del propio Luis Buñuel, a quienes consideraban como los tres padres del surrealismo…
– ¿Qué le dejaron de bueno esas lecturas?
-Me sirvieron muchísimo para saber qué cosas eran positivas…
-… ¿Disculpe que le interrumpa, en el arte existe un lado negativo?
– ¡Vaya, qué buena pregunta!! En el arte, no del todo es positivo…
-A lo Mero Macho, no le entiendo, ¿me lo puede explicar con manzanitas?
-Es que el arte debe tener una libertad total y se logra con esas mentes que no tienen ningún resquicio, mucho menos, sobre el qué dirán
– ¿El qué dirán no existen en el arte?
-No, la verdad es que no, porque el arte total es completamente pleno.
-Por favor, ilústreme un poquito…
-Don Edmundo, por favor… ¡no me salga con esas vaciladas!! Usted es un hombre muy culto y preparado. En ningún momento he visto que saque un “acordeón” de preguntas preparadas…
-Lo que quiero saber es… ¿El cine no encaja del todo en el arte?
-Déjeme decirle que he leído muchísimo sobre cine y hasta estudié un curso por correspondencia de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de Hollywood, así como la colección de libros Rialp, que se editaba en Barcelona, allá por los años 40`s y 50`s.
– ¿Cómo le hizo para adquirir toda la colección?
-Cuando te propones algo… ¡lo logras!! La colección de libros de Cine Rialp, era interesantísima porque hablaba del realismo francés, del neorrealismo italiano y lo que era el futuro del cine en aquella época…
-Ahora sí, que…. ¿zapatero a tus zapatos?
-En efecto, me convertí en un apasionado y conocedor de verdad, eso, me permitía ponerme a platicar abiertamente con Luis Buñuel “de tú a tú”
– ¿Y luego?
-Posteriormente, en otra etapa de mi vida, cuando mi hermano ángel invitaba a Luis Buñuel que fuera a comer a la casa. Recuerdo que Buñuel se tomaba unos “martinis”, y yo le decía a Buñuel “Don Luis, venga a ver este documental que hice sobre los artesanos de Pátzcuaro, Michoacán”, fue cuando grabé a tu papa, don Jesús Cázarez Solorio, un extraordinario ser humano, y mira, 60 años después, el hijo de ese gran artesano, me está entrevistando ahora…
-Muchas gracias, pero no se me pierda… ¿Qué le decía Buñuel de ese documental?
-Con esa frialdad sepulcral que le caracterizaba, solamente me refutaba: “El documental está muy bien hecho, lo único malo es que, tú, te vendes al gobierno” ¡Y eso, no me gusta!!
– ¿Le molestaba a Luis Buñuel que usted hiciera documentales para el gobierno?
-Pues sí, pero lo que, él, no entendía, es que de algo tenía que vivir… ¡De satisfacciones no se vive!!
– ¿De qué vive un cineasta cuando no lo contratan?
– ¡De milagro!! A ver don Edmundo, dígame, ¿de qué vive un reportero cuando no le pagan sus entrevistas en un periódico?
– Si le cuento, se va a poner a llorar conmigo….
. Ja, ja, ja. Ni crea que lo voy a dejar ir sin que me acepte acompañarme a comer…
– ¿Una simple cámara, es lo que hace a un cineasta para documentar la historia de un gran país?
– ¡Vaya pregunta!! Mis hermanos Ángel y Marisa, eran los encargados de escribir y redactar la parte narrativa de cada documental, yo me encargaba de levantar las imágenes.
– ¿Cómo le iba, siendo asistente de cámaras de su hermano Ángel?
-Estaba aprendiendo mucho. Ángel ya era un reconocido camarógrafo, pero camarógrafo de noticieros en Telesistema Mexicano, más que de otra índole.
– ¿Cuál fue la primera transmisión en donde debutan como camarógrafos?
-En la Cámara de Diputados que estaba en la calle de Donceles, una primera transmisión directa de Telesistema Mexicano.
-Honor a quien honor merece, usted y su hermano Ángel fueron parte de los fundadores de la televisión mexicana…
-Muchas gracias, la verdad es que sí. Comenzamos a trabajar siendo mucho muy jovencitos, tenía escasos 17 años de edad.
– ¿Cómo era el trato que recibían por parte de don Emilio Azcárraga Vidaurreta, el papá de “El Tigre”, ¿Azcárraga?
-Era un señor totalmente amable y educado, con una enorme generosidad… Me gusta cómo vas tocando, paso a paso, mi trayectoria, y esto, me obliga decirte que es mucho lo que tengo que contarte…
-Por mí, no hay problema… ¡venga!!
-Me tienes mucho muy emocionado porque me has llevado a remontarme por etapas mucho muy importantes de mi vida y no dudo, pero nadita, que con ese estilo único que tienes para desarrollar tus entrevistas, logras cautivar al lector y lo sumerges en el texto hasta concluir la lectura…
-Mire don Demetrio, con todo el respeto, el cariño y la admiración que le tengo, usted no canta nada mal las rancheras… ¡eh!! Sus documentales son una delicia para la vista, además, dejan huella en el alma… Yo, solamente entrevisto… ¡y luego existo!!
-Ja, ja, ja. Muchas gracias querido amigo.
– ¿En dónde radica el arte del cine?
-En que la cinematografía es el arte del tiempo y en las formas del espacio…
-Como si estuviera en la primaria… ¡Maestro!!, ¿Me lo puede explicar por favor?
– ¡Claro que sí!! Es que, en la cinematografía, el tiempo real es un tiempo ficticio que el cineasta trata de hacerlo real. Gracias a la tecnología y la gramática visual que el cine nos proporcionaba en aquella época.
– ¿Cuál fue la reacción de don Emilio Azcárraga Vidaurreta, al ver su trabajo de camarógrafos?
-Lo primero que nos hizo saber don Luis de Llano Palmer, quien era brazo derecho del señor Azcárraga, nos dijo que teníamos que hacer un noticiero diario, pero que fuera una revista fílmica en la naciente televisión mexicana. Hay que recordar que solamente existían XEW Canal 2 y XHTV Canal 4, pertenecientes a Telesistema Mexicano.
-Don Luis de Llano Palmer, era un genio de la televisión…
-En efecto, Luis de Llano Palmer, nos precisaba que todos los días, a las tres de la tarde, teníamos que entregar una revista fílmica, cuyo contenido sería la cartelera de todos los cines de la Ciudad de México…
-Les estaba pidiendo una verdadera hazaña, en esos tiempos, no había tantas facilidades como hoy…
– ¡Exacto!!, teníamos que hacer absolutamente todo y era nuestra responsabilidad, entregarla totalmente terminada con levantamiento de imágenes, cine por cine…
– ¿En qué formato filmaban sus películas para el noticiero que quería Azcárraga?
-En 16 milímetros… ¡y en blanco y negro!!, pero, además, era nuestra responsabilidad revelar todo ese material…
– ¿Ya habían aprendido hacerlo de manera profesional?
– ¡Claro!!, mi hermano Ángel tenía pleno conocimiento de todo lo que se necesitaba en el laboratorio de revelado…
-Y usted, que solamente cargaba las cámaras y era el “chalán” de su hermano…
-Por supuesto que había aprendido todo lo que hacía mi hermano. En donde estamos haciendo ahorita esta entrevista para EL UNIVERSAL, déjame decirte que, aquí, era uno de los laboratorios más grandes de América Latina…
– ¿Era como ese olor único a tinta, que reinaba en las redacciones de los periódicos y que ahora ya desapareció?
– ¡Exacto!! Fíjate que ya me había aprendido el nombre de cada uno de los químicos que se utilizaban en el proceso de revelado de las películas, tales como el sulfito, hidroquinona y el bórax, entre otros más. Me había grabado muy bien en la mente, la cantidad exacta que debería utilizar de cada uno de esos químicos para revelar.
– ¿Qué pensaba mientras revelaba?
-Que tenía que concentrarme en lo que estaba haciendo, depositar toda mi atención porque era muy poco tiempo que teníamos para llevar las películas a Televicentro de avenida Chapultepec, era para los noticieros, todos los días y en punto de las tres de la tarde.
– ¿Solamente era ir a filmar las marquesinas de los cines?
– ¡Nooo!!, también tenía que ir corriendo a los Estudios Churubusco, los Estudios Azteca, a Clasa Films, Estudios San Ángel y Estudios Tepeyac… ¡eran cinco estudios!! Al principio, íbamos los dos, poco tiempo después, ya iba solamente yo, en punto de las ocho de la mañana.
– ¿Ni soñar, con la existencia del Metro en aquellos años…?
– ¡Así fue!! Nos movíamos en camiones, en el tranvía, que era un medio de transporte con mayor demanda, vamos, nos movíamos como podíamos.
-Para ustedes, no existían los obstáculos ni los impedimentos…
– ¡Claro que no!! Nuestro reto era cumplir con los horarios de entrega de las películas a Telesistema Mexicano y quedar bien con el señor Azcárraga, porque dependíamos de él directamente.
– ¿Cómo empiezan a incursionar en el largo metraje de sus películas, y no, solamente con notas muy breves para el noticiero de televisión?
-Como a los dos años, mi hermano Ángel comienza a trabajar, como bien lo dices, el largo metraje…
– ¿…Y usted?
-Me había fijado realizar documentales…
– ¿Qué tenían de especiales los documentales para usted?
-Es que, los documentales, esta es una tesis mía. El documental como tal, es el tratamiento creativo de la realidad…
– ¿…De ese tamaño?
– ¡De ese tamaño!! y así nada más. Es una creatividad que debe quedar dentro de la realidad…
– ¿Cuál debe ser la fórmula para que pueda funcionar a la perfección?
-Es hacer funcionar el tiempo real con el tiempo cinematográfico
– ¿Una perfecta conjunción del tiempo con el cine?
– ¡Exacto!!, el cine es un arte del tiempo con el cine, y de la misma forma en que la música es un arte de tiempo y espacio…
– ¿…Y la literatura…?
-También es un arte de tiempo y espacio. El que escribe debe tener una gramática para la sintaxis y la ortografía para poder escribir una novela.
– ¿Ese era su secreto, para que sus documentales resultaran tan exitosos?
-De cierta manera sí, todo lo equiparaba para que me llevara a obtener ese éxito, lo digo con toda modestia y humildad, sin resultar ser un “fanfarrón”
-Los documentales de Demetrio Bilbatúa, son reconocidos y aplaudidos a nivel mundial….
-Muchas gracias, pero no soy yo quien deba decirlo…
– ¿No cree que peca o abusa de modestia…?
-Como si hubiera sido un disparo a quemarropa, no me permite terminar de formular la pregunta y contraataca… “Así como tú, que sacas a cada momento tu lado de sicólogo oculto” Ja, ja, ja
-Para Demetrio Bilbatúa, ¿qué significado tenía el cine que hacían Emilio “El Indio” Fernández y Gabriel Figueroa, que tenía tanto éxito?
-Simplemente que, ambos… ¡eran unos verdaderos genios!! Porque películas como “María Candelaria”, que era una verdadera joya. Así también como “Río Escondido” Joyas de arte de aquellos tiempos que me encantaba admirarlas, sobre todo, por esa exquisita fotografía en blanco y negro …
– ¿Qué es lo que más le llamaba la atención de esas memorables películas, que hicieron historia?
-La fotografía en blanco y negro del maestro Gabriel Figueroa, era un auténtico genio de la lente, sabia filtrar el blanco y negro con enorme elegancia…
– ¿Cuál era el secreto de la fotografía en blanco y negro?
-El secreto de la fotografía en blanco y negro, ahora que me lo preguntas, radicaba en el filtro que se tenia que utilizar delante del lente de la cámara…
– ¡Órale!!, ¿Ese era el truco para impresionar en las pantallas?
-Sí, porque las cámaras de ese tiempo venían equipadas, ya fuera con un filtro rojo o uno amarillo Batre 83, me acuerdo muy bien. Pero aparte, don Gabriel Figueroa era sumamente celoso de sus filtros…
-En ese entonces, ¿Había que entender el lenguaje de las imágenes?
-Fíjate que, por esos tiempos, apareció por ahí, otro extraordinario camarógrafo de origen canadiense que entendía a la perfección ese lenguaje de la fotografía y que se llamaba Alex Phillips.
– ¿Cómo era Alex Phillips?
-Era un hombre extremadamente cariñoso, atento y respetuoso, pero, sobre todo, sumamente emotivo con su hijo Alex Phillips Jr., algo así, tú, con tu nieto Adrián… ¡Que envidia sentirán chamacos de su edad que lo lleves a las entrevistas con tantos y tan variados personajes de la vida nacional…
-Muchas gracias, pero no le de cuerda, porque se va a crecer… Mejor sígame contando de Alex Phillips
-Es que me hice muy amigo de Alex Phillips Jr., quien, por cierto, en esta misma calle de Heriberto Frías de la colonia del Valle, a tan solo dos cuadras de donde estamos ahorita, tenia su casa y nos invitaba para que fuéramos aprender a revelar con mayor facilidad y aprendimos muchísimo.
– ¿Lograron establecer la mancuerna perfecta?
– ¡Eso es!!, lástima que tu nieto Adrián, haya decidido seguir la carrera dentro del ejército, porque tendría un gran maestro de las entrevistas y con los contactos que tú tienes…
-Señor Bilbatúa, muchas gracias por el concepto, pero no se me distraiga…
-Ja, ja, ja, es que me siento mucho muy cómodo con esta sabrosa conversación para EL UNIVERSAL, jamás me habían hecho una entrevista así, tan profunda y llena de anécdotas.
-Cuando yo era un niño, recuerdo perfectamente los comentarios tan halagadores que hacía de usted Agustín Barrios Gómez, en su programa dominical “Comentarios y Celebridades”
– ¡Vaya vuelco a la memoria!! Déjame decirte querido amigo, que en aquella época no existía todavía el videotape en la televisión mexicana. Esto me invita, a través de tu entrevista, darle a conocer a los jóvenes de hoy, lo que era en aquella época todo lo referente a las imágenes que se transmitían por televisión y en el cine.
– ¿Era un trabajo tedioso?
-Más que tedioso, resultaba sumamente complicado lograr filmar todo tipo de eventos. Primero, porque era filmar en blanco y negro. Como ya te dije, todavía no surgía el video…
– ¿Hacían verdaderos “milagros”, para lograr transmitir las noticias por televisión?
-El tiempo nos devoraba materialmente, porque tan pronto filmábamos cualquier cosa, corríamos para revelar los rollos de película de 16 mm, en blanco y negro.
– ¿Jornadas de trabajo, realmente extenuantes?
-Para qué te digo que no era así, la verdad, nos quedábamos hasta las dos o tres de la madrugada revelando rollos para que estuvieran listos para el noticiero del día siguiente por la mañana.
– ¿A qué hora editaban?
– ¡Nos perdíamos en el tiempo!! Cuando me ponía a editar las noticias, ahí, fue cuando pude descubrir la sintaxis de las imágenes por televisión.
-Disculpe que le interrumpa… ¿Qué es la sintaxis de la gramática televisiva?
-Es la edición de las imágenes… ¡Así de sencillo!!, pero también se aplica para el cine… ¡Ese es el secreto!!
-Continuará-
NOTA DEL AUTOR: Debido al sensible fallecimiento de la gran Diva del cine nacional, Silvia Pinal, estimamos prudente esperar un par de días para continuar con la publicación de esta interesante y hasta divertida entrevista con este gran cineasta mexicano Demetrio Bilbatúa. Asimismo, originalmente había estimado que serían solamente tres las entregas, pero al evaluar el valioso material que quedaría sin publicar, con el apoyo de esta mi casa editorial EL UNIVERSAL, serán cinco entregas.