Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Desde el 29 de enero de 2016, el Distrito Federal pasó a ser la Ciudad de México.
Por tanto, todas las notificaciones legales, llámese predial, agua, cooperación para conservación de calles, avenidas; citatorios para acudir a alguna Alcaldía, licencias para obras de todo tipo, permisos para comercios pequeños y concesiones de transporte y más, llevan el logotipo de la Ciudad de México.
Hay uno sello que salta a la vista.
Sí, el de las clausuras en inmuebles por diversas razones: construcción o remodelación sin la respectiva autorización de la alcaldía; cambio de uso de suelo, violación a la legislación que regula antros y restaurantes con venta de alcohol; permisos para instalar puestos semifijos y mercados ambulantes -conocidos como los tianguis-, estacionamientos y todo lo que violente la regla en cada área y que sea suspendido o clausurado, las autoridades de cada demarcación colocan una ancha y larga cinta en la que se lee: por violación a la ley del DISTRITO FEDERAL.
Conforme a la legalidad y porque así lo marca la Constitución de la Ciudad de México, toda la documentación oficial debe señalar la autoridad como la CdMx, porque el Distrito Federal no existe jurídicamente.
Se ignora si se mandrón hacer millones de pegostes y por ello, en la “austeridad republicana” se siguen utilizando omitiendo la ordenanza sobre el nombre de la capital del país.
Probablemente a los abogados defensores de los afectados o no se han dado cuenta o en aras de llenar los bolsillos no buscan un amparo para frenar la ilegalidad que comete la autoridad de todas y cada una de las ´16 Alcaldías de la Ciudad de México.
No se requiere ser jurista para saber que una autoridad no está autorizada para clausurar por la razón que fuere, y por tanto tiene que ajustarse al marco legal que establece la Constitución y las leyes que de ella emanan e incluso de los reglamentos, esos que abundan y que nadie conoce excepto el interesado.
Hasta ahora, en el 99 por ciento de los documentos oficiales se membretan con CIUDAD DE MÉXICO y no con Distrito Federal.
¿Qué valor legal tiene un sello que cuenta con el respaldo del alcalde de la Ciudad de México y la leyenda dice Distrito Federal?
La lógica indica que ninguno.
Entonces ¿por qué se siguen colocando en los lugares en donde se suspende la obra o se clausura el restaurante?
Es poco probable que los y las alcaldesas desconozcan el tema. Y que sus direcciones jurídicas pasen por alto que, en algún momento, los afectados echarán abajo los sellos y ganen los juicios.
Han pasado 8 años desde que la denominación para la capital del país cambió.
Y en 06 meses, 2 mil 906 días las autoridades locales la han ignorado.
Maña lecha o negligencia.
Vaya usted a saber, pero los sellos con la nominación Distrito Federal no tienen ninguna validez.
Seguir colocándolos tendrá efectos negativos en el momento en que los afectados se den cuenta de que quien clausura es una entidad inexistente.
Así o más clarito.
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