México tuvo que luchar más de lo esperado, pero finalmente lo consiguió. El equipo Tricolor cumplió su cometido y derrotó a Honduras 4-0 (4-2 global), logrando así su pase al Final Four de la Liga de Naciones de la Concacaf, en un partido disputado en el Estadio Azteca.
México buscó el gol desde el principio. Primero, Edson Álvarez estrelló un tiro en el travesaño, luego Alexis Vega vio su disparo despejado por el portero Edrick Menjívar, quien estuvo bien ubicado para desviar el peligro.
No fue sino hasta el minuto 15 que Honduras exigió a Luis Ángel Malagón, quien tuvo que lanzarse para evitar el gol tras un remate de Edwin Rodríguez desde fuera del área, mandando el balón a tiro de esquina.
Javier Aguirre no daba crédito a lo que veía, pues Jesús Gallardo, de frente al arco, desaprovechó una gran oportunidad al fallar un remate estando completamente solo frente a la portería.
Las llegadas a la portería de Honduras fueron constantes, pero la claridad para concretar no aparecía. El Tricolor fallaba una y otra vez, y la ansiedad aumentaba cada vez más.
Honduras, vestido completamente de negro, se replegó en su campo, lo que permitió que México se lanzara al ataque sin cesar. Alexis Vega estuvo cerca de abrir el marcador, pero Menjívar hizo una gran intervención para evitarlo. Aún después, Vega tuvo una oportunidad con un tiro libre que pasó cerca del poste. El gol mexicano estaba al caer, pero el último toque para marcarlo aún no llegaba.
México continuó atacando, con ocasiones claras para emparejar el partido, pero las fallas persistieron. Vega y Jesús Gallardo no estuvieron certeros, y el sufrimiento mexicano seguía mientras el reloj avanzaba sin que se viera un cambio en el marcador.
Edson Álvarez fue uno de los jugadores más impacientes por responder al apoyo de la afición. Si no era con una recuperación o un centro al área, también lo intentaba con un disparo que pasó rozando el lado de la portería hondureña. La selección catracha se salvó una y otra vez, mientras México mantenía más del 80% de posesión del balón, pero sin poder concretar las ocasiones.
Ese dominio mexicano se reflejó finalmente en el marcador, justo al final del primer tiempo. El Chiquete Orozco sorprendió a todos con un centro que Raúl Jiménez interceptó entre dos defensores hondureños para marcar el primer gol. El Estadio Nemesio Diez se convirtió en un verdadero infierno a partir de ese momento.
En la segunda mitad, México dominó por completo. Con varias aproximaciones al área, pero muchas fallas de Vega, Jiménez y Huescas, el Vasco Aguirre decidió introducir a Henry Martín. Fue una decisión que cambió el curso del partido, pues con solo seis minutos en el campo, Martín empujó un despeje de Jiménez para marcar el segundo gol, desatando la euforia en las gradas.
Cuando parecía que el partido terminaría 2-0 y la serie se decidiría de otra manera, cerca del final apareció Jorge Sánchez. Después de fallar una de las más claras, el lateral de Cruz Azul recibió un centro perfecto de Alexis Vega y, como si fuera delantero, envió el balón al fondo de la red.
La frustración se apoderó de Honduras, y con el marcador en contra comenzaron las agresiones en el campo. Sin embargo, todo se resolvió a favor de los mexicanos. Incluso, un penal de Raúl Jiménez amplió el marcador y dejó el resultado aún más abultado.
México lo logró. El Tricolor, dirigido por el Vasco Aguirre, hizo realidad la remontada y consiguió su pase al Final Four de la Concacaf. Cuando pocos lo esperaban, la selección mexicana superó a Honduras con claridad, demostrando que sigue estando por encima del nivel catracho.