Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
La comunidad lasallista en el área de derecho, reconoció al ministro Alberto Pérez Dayán por su postura como integrante de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y le concedió el honor de que una placa con su nombre fuera ubicada en la zona en donde se encuentran los distinguidos abogados que se graduaron en la Facultad de Derecho.
Su actuación del pasado 5 de noviembre, con la cual frenó la posibilidad de revisar a fondo los amparos concedidos por acciones de inconstitucionalidad en la reforma judicial, llevó a los egresados a dirigir un escrito al rector, Néstor Anaya Marín y a la directora de la Facultad de Derecho de la Universidad Lasalle, María Solange Maqueo Ramírez, solicitando el retiro de la placa que honra a Pérez Dayán.
Son ciertos de firmas las que se han recabado para que la autoridad de la universidad tome en cuenta la petición lo que, según han informado a Punto de Vista algunos de los signantes, será atendido en tiempo y forma y la figura, el nombre, la foto, la placa de Pérez Dayán serán retirados por una razón específica: es considerado un traidor a los principios legales que debía ejercer en el Pleno de la Corte.
Como esta petición, habrá otras. Porque Pérez Dayán perdió el respeto que se ganó durante años como profesional del derecho, mismo que lo llevó a convertirse en uno de los 11 garantes de la constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Del otro lado del río, la burla de Gerardo Fernández Noroña no tiene desperdicio.
Dio la “bienvenida” a Pérez Dayán por subirse al segundo piso de la transformación y convertirse en el cuarto “ministro del pueblo”.
No se ría con la lectura del siguiente párrafo. Suelte la carcajada sin inmutarse:
“Pérez Dayán es un ejemplo de la razón, la decencia y la legalidad, y hoy la Patria se salva. Sigue el proceso, y como lo dije se van elegir a las personas juzgadoras el primer domingo de 2025 y es un proceso de democratización muy importante”.
Por si fuera poco para carcajearse, el senador plurinominal por el PT y presidente de la Mesa Directiva de la llamada Cámara Alta, tomó el texto íntegro de la versión estenográfica de la Corte para refritearse la siguiente oración que pronunció Pérez Dayán: “Muy larga vida a Alberto Pérez Dayán, que estando en ese grupo de ocho, les dijo: ‘no puedo acompañarlos en eso, yo no tengo atribuciones en el marco constitucional. Yo no puedo tomar una decisión…’”.
Y hay otra opinión, esta sí valiosa.
Durante una entrevista que le hiciera la periodista Carmen Aristegui, la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Leticia Piña Hernández, expresó ser “es respetuosa de las motivaciones no jurídicas que pudieron existir” en la decisión del ministro Alberto Pérez Dayán para declarar la improcedencia de las acciones de inconstitucionalidad presentadas por partidos políticos para impugnar la reforma judicial.
Respondía a la pregunta de la periodista sobre las presuntas presiones del gobierno para que Pérez Dayán cambiara el sentido de su voto y abundaba: “Te voy a ser sincera, si existieron o no presiones políticas o presiones de cuestiones penales, yo no tengo conocimiento y por eso no puedo llegar a afirmar, yo creo que eso le corresponde contestarlo al ministro Pérez Dayán”.
El “orgullo” de estar en el segundo piso” se opacará más rápido de lo que piensa el ministro Pérez Yunes Márquez, perdón, Miguel Ángel Pérez Dayán, otra vez excusas, tal cual ha ocurrido con el conocido como el “traidor del 11 de septiembre”.
A lo mejor tiene la piel igual que los paquidermos: dura y no le entra siquiera una aguja arriera y sigue adelante haciendo resbalar el deshonor que estiman los abogados de la Lasalle les ha provocado y sus, a fuerza, “compañeros” de trabajo, lo colocarán en el rincón de los doblegados por el poder merced el pasado personal.
Se merece eso y más por demostrar que la justifica se ejerce desde Palacio Nacional.
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