Malcolm Gladwell. El punto clave. Ed. DeBolsillo, Barcelona, España, 2017. 336 páginas.
DAVID MARKLIMO
En el siglo III antes de nuestra era, el ejército romano sitió la ciudad de Siracusa, entonces territorio griego. Fue un cerco difícil, pues a cargo de la defensa de la ciudad estaba nada más y nada menos que Arquímides, que utilizó espejos cóncavos para incendiar las naves romanas. Un poco antes, Arquímides había descubierto las leyes de la palanca: dadme un punto de apoyo y moveré el mundo, con ello se establecía que la potencia por su brazo es igual a la resistencia por el suyo. Nada volvió a ser lo mismo, pues la humanidad empezó a fijarse en cómo un pequeño punto podría tener resultados asombrosos en un marco mucho más grande. A eso se le conoce como punto de quiebre, punto clave o punto de apoyo.
La anécdota viene a cuento por el libro de Malcolm Gladwell, El Punto Clave, donde explora el fascinante momento en que una idea, tendencia o comportamiento social cruza un umbral, se inclina y se propaga como un incendio. Las ideas, los productos y los comportamientos se actúan de forma similar a las enfermedades infecciosas. Al igual que las epidemias, estos agentes pueden ser emocionalmente contagiosos, donde pequeñas causas pueden desencadenar efectos grandes y a veces repentinos. No siempre apreciamos el potencial de los cambios exponenciales en las creencias y los comportamientos debido a nuestra incapacidad para manejar intuitivamente las progresiones geométricas.
En sí, en este poderoso ensayo se revela cómo actúan los creadores de tendencias de éxito. Son meramente, dos pequeños pasos:
- Observan los comportamientos de los innovadores que operan de forma independiente o fuera de los círculos dominantes.
- Buscan las tendencias que son contagiosas y pegajosas, y su penetración en la cultura contemporánea, como el cine y la moda.
Esto podría indicar un cambio de nicho, yendo del exterior a la corriente principal en una sociedad. Así, identifica tres factores clave que juegan un papel crucial en determinar si una tendencia particular se inclinará hacia la popularidad generalizada: la Ley de los Pocos, el Factor de Adhesión y el Poder del Contexto.
La Ley de los Pocos sugiere que un pequeño número de personas —conectores, expertos y vendedores— tienen un impacto desproporcionado en la propagación de tendencias. Los Conectores son individuos con amplios círculos sociales que pueden difundir información; los expertos son especialistas en información que comparten su conocimiento e influyen en cómo piensan otros; los vendedores son individuos persuasivos que pueden vender una idea. La percepción de Gladwell sobre estos roles demuestra cuán crítico es que las ideas se comuniquen efectivamente si van a propagarse. El mejor ejemplo de esto es la empresa Black & Decker, que ha logrado que sus productos -algo que no existía anteriormente- sean vistos como una necesidad. No necesitas una licuadora, pero seguramente quieres una.
El Factor de Adhesión se refiere al contenido del mensaje en sí. Para que una idea se adhiera y sea adoptada por un público más amplio, debe ser fácil de recordar, sencilla y clara, y comprometer a las personas a nivel personal. El ejemplo de Plaza Sésamo (el famoso programa de televisión) es significativo en cuánto a que muestra cómo hacer que el contenido educativo sea adhesivo puede llevar a mejoras significativas en el aprendizaje de los niños. Este principio subraya la importancia de elaborar mensajes que resuenen profundamente con su audiencia prevista.
El Poder del Contexto enfatiza el ambiente o situación en el que se presenta la idea. Gladwell ilustra cómo pequeños cambios en el entorno pueden influir significativamente en el comportamiento de las personas, como se ve en la teoría de las Ventanas Rotas. Esta teoría sostiene que signos visibles de desorden y mal comportamiento en un ambiente alientan más desorden, llevando a delitos graves. Al abordar estos pequeños problemas, la ciudad de Nueva York, por ejemplo, logró reducir significativamente su tasa de criminalidad, mostrando el profundo efecto del contexto en el comportamiento humano.
El libro no solo proporciona un marco para crear mensajes que se adhieran y aprovechar el poder de individuos influyentes, sino que también destaca la importancia de considerar el contexto en el que se presentan las ideas. Permite, pues, entender cómo interactúan los sistemas sociales complejos puede ayudarnos a tomar decisiones más informadas en los negocios (por ejemplo, entender las modas de los consumidores o los comportamientos del mercado). Un libro, a todas luces, necesario para el siglo XXI