Importadores de gas aseguran que el GNL no perderá relevancia en las próximas décadas

El gas natural licuado (GNL) seguirá siendo un recurso indispensable durante décadas para garantizar un aprovisionamiento energético suficiente, a pesar de que el mundo se dirija hacia energías limpias, afirma el Grupo Internacional de Importadores de Gas Natural Licuado (GIIGNL) en declaraciones recogidas por ‘Bloomberg’.
Es más, se precisarán inversiones continuas para satisfacer la creciente demanda en regiones como el Sudeste Asiático, indicó el organismo en un comunicado.
«La reducción de las inversiones afectará tanto al acceso a una energía asequible y fiable como al crecimiento económico de productores y consumidores», manifestó.
Esta visión coincide con la de los mayores productores de energía, como Shell y Chevron, que sostienen que el gas desempeñará un papel a largo plazo en la transición energética hacia energías renovables intermitentes. En particular, Shell estima que la demanda de GNL «aumentará en más de un 50% de cara a 2040».
La Agencia Internacional de la Energía (AIE), sin embargo, considera que la demanda de gas alcanzará su punto máximo en la presente década y, por tanto, «no serán necesarios nuevos proyectos a largo plazo», según Bloomberg. Sin embargo, a corto plazo —en 2024 y 2025— la dependencia de GNL se incrementará en más de un 2,5%, pronostica el organismo.
La interrupción del suministro de GNL ruso debido a las restricciones impuestas por Occidente a Rusia es nombrada como «una de las principales incertidumbres de cara al invierno de 2024-25 en el hemisferio norte».

En cuanto a América Latina, la agencia adjudica el nivel de demanda de este tipo de gas en la región a las condiciones meteorológicas «extremas».
«Los fenómenos meteorológicos extremos están impulsando el crecimiento de la demanda de GNL tanto para calefacción como para refrigeración, mientras que la generación de electricidad a partir de gas se ha convertido en un apoyo habitual en muchos países», se desprende del informe del organismo.
Por ejemplo, en Argentina —el mayor mercado gasístico de la región— la demanda de gas natural licuado aumentó un 2,5% en conjunto en los primeros 7 meses de 2024 debido al «segundo invierno más frío de los últimos 60 años», a pesar de una caída del 3% en el consumo industrial.
La sequía en Brasil dio lugar a la generación hidroeléctrica más baja desde mediados de 2021 y provocó un aumento del 20% en la generación de reserva con gas en los ocho primeros meses de 2024.
A su vez, Colombia superó los graves efectos de El Niño sin recurrir al racionamiento eléctrico, aumentando en un 80% la capacidad de las centrales eléctricas de gas y multiplicando por quince las importaciones de GNL en comparación con el mismo período del año anterior, entre enero y julio, señala el documento. Sputnik

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