Al menos 60 personas fallecieron como resultado de bombardeos israelíes contra el Líbano, informó el Centro de Emergencias del Ministerio de Salud libanés.
Más temprano, la fuente informó sobre la muerte de 30 civiles por los ataques del 26 de septiembre.
«Desde el comienzo del día, se han registrado 115 ataques en diferentes partes del país. El número de víctimas [mortales] alcanzó las 60, con 81 personas heridas», señala el comunicado.
Israel y el Líbano se encuentran en una guerra no declarada desde el pasado 8 de octubre, cuando el movimiento chií libanés Hizbulá comenzó a lanzar misiles y drones suicidas hacia las comunidades del norte de Israel, como gesto de solidaridad con el movimiento palestino Hamás, tras su incursión armada en Israel, el cual a su vez respondió a cada ataque.
Las acciones, tanto de Israel como de Hizbulá, se han ido incrementando, y se teme que el conflicto pueda convertirse en una guerra abierta o, incluso, en una regional.
Inicialmente, las hostilidades se intensificaron después de que el Ejército israelí atacara a finales de julio pasado un edificio residencial del sur de Beirut para eliminar a Fuad Shukr, un alto cargo de Hizbulá presuntamente implicado en el bombardeo del pueblo druso de Majdal Shams, en los Altos del Golán, ocupados por Israel, que mató a 12 menores y dejó 30 heridos a mediados del mismo mes.
Los días 17 y 18 de septiembre, en distintas partes del Líbano se produjeron explosiones de dispositivos electrónicos, incluidos buscapersonas y walkie-talkies, que dejaron más de 37 muertos y casi 3.000 heridos, según los últimos datos oficiales.
Hizbulá y las autoridades libanesas acusan de esas explosiones a Israel, que no ha confirmado ni negado hasta ahora su implicación.
Desde el 23 de septiembre, los aviones israelíes están atacando decenas de localidades del sur y el este del Líbano. Mientras, los combatientes de Hizbulá lanzaron múltiples cohetes dirigidos hacia el norte de Israel.
Según el Ministerio de Salud libanés, la oleada masiva de ataques aéreos de Israel en el sur y el este del Líbano del lunes provocaron, al menos, 558 muertes y unas 1.800 personas resultaron heridas. El Gobierno libanés ya pidió a la ONU que intervenga y detenga la agresión. Sputnik