La tormenta tropical John se seguía intensificando este miércoles a medida que se acercaba nuevamente a la costa del Pacífico mexicano, donde tocaría tierra cerca del mediodía del jueves poco después de convertirse en un huracán, informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC).
La noche del lunes, John golpeó la costa suroccidental de México como un poderoso huracán de categoría 3 en la escala de Saffir-Simpson. Sus fuertes lluvias y poderosos vientos dejaron cinco fallecidos y decenas de árboles y postes caídos, así como inundaciones y aludes de lodo.
Tras disiparse, los remanentes de John se internaron en el océano Pacífico, donde se volvió a fortalecer el miércoles.
A las 17:00 horas, la tormenta se ubicaba a 90 kilómetros al oeste del puerto Zihuatanejo y soplaba vientos máximos sostenidos de 90 kilómetros por hora mientras se desplazaba al norte-noroeste a 7 km/h.
“John sigue fortaleciéndose (…) la amenaza de inundaciones repentinas y deslizamientos de lodo catastróficos que ponen en peligro la vida continúa sobre partes del sur de México”, advirtió el NHC en su más reciente reporte.
El gobierno mexicano emitió una advertencia de huracán para una franja de unos 260 kilómetros entre el puerto Lázaro Cárdenas, en Michoacán, hasta el municipio Técpan de Galeana, en Guerrero, a unos kilómetros al noroeste de Acapulco, el icónico centro turístico asolado el año pasado por el devastador huracán Otis.
Los científicos afirman que los huracanes se están fortaleciendo más rápidamente debido al aumento de la temperatura del mar provocado por el cambio climático, lo que deja a las comunidades menos tiempo para prepararse para su impacto.