Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
“Atacar de raíz el problema”, el anuncio para justificar la política de combatir el crimen.
“El fuego no se apaga con fuego”, la “reflexión.
“Nos quedarías tuertos mucho”, al explicar porque razón no aplica el “diente por diente, ojo por ojo”.
“Pórtense bien o los acuso con sus abuelos y mamás”, el mensaje “humanista”.
“De ganar las elecciones, en 6 meses pacifico al país”: una mentira del candidato.
“Abrazos y no Balazos”, fue la “política implementada para el régimen de la mal llamada cuarta transformación.
Seis años de mirar hacia el otro lado y no enterarse de cómo avanzaron dos grupos criminales cuyo poder de fuego, económico, control de políticos y con una base social importante, generaron lo que ahora viven Sinaloa, principalmente, Chiapas en segundo término y una docena de estados en los que gobiernan militantes protegidos de Morena y del huésped temporal de Palacio Nacional.
Han pasado 9 días desde que comenzó la guerra entre facciones del cártel Sinaloa y Los Chapitos.
Enfrentamientos que han provocado cuando menos 40 ejecuciones en ambos bandos.
Una voz autorizada, con rango de general de división y comandante de la tercera región militar, con sede en Mazatlán, Francisco Jesús Leana Ojeda, admite que la paz regresara a Sinaloa cuando los grupos criminales lo decidan.
¡A rascarse con sus uñas!, prácticamente les dijo a los sinaloenses.
Y con una visión que confirma la forma en que avanzaron los grupos criminales, la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, justifica las acciones que cobran vidas en Sinaloa: si el gobierno decide ingresar a Sinaloa con un “poder de confrontación” generaría una “guerra” en la región.
Convencida del “gobierno humanist6a”, expresó textualmente:
“En el momento de la confrontación, entrar con poder de fuego generaría una guerra, que fue lo que pasó en el pasado que no nos llevó a nada. Por eso se actúa siempre defendiendo a los sinaloenses, la vida”.
¿Y qué es lo que pasa ahora?
¿Se trata de una pantomima en la que los actores se matan por gusto?
¿Y los muertos no son sinaloenses?
Sinaloa está en guerra
Evadir la responsabilidad del Estado para proteger la vida y bienes de los gobernados ha producido, justamente, la guerra. La toma de posiciones a lo largo y ancho del territorio nacional.
La muerte ronda y el gobierno actual y la sucesora, justifican la ineficacia de los militares, marinos y guardias nacionales, con la visión de “evitar una guerra”.
Algo similar a la decisión tomada por el gabinete de (in)seguridad con el culiacanazo.
Fue para evitar la muerte de cuando menos 200 personas, diría el inquilino que será desaloja del virreinal inmueble a finales de mes.
Seis años de dejar hacer. Seis años de voltear la mirada. Seis años permitiendo que el crimen avanzara y no se hizo nada.
Ah, perdón, sí se hizo… el ¡ridículo”
Porque la política para frenar el avance criminal, solamente lo estimuló.
Y por las palabras de quien construirá el segundo piso de la transformación de cuarta, seguirá el mismo rumbo.
Así que nade deberá sorprenderse si todos los gobiernos estatales y hasta la Presidencia de la República son tomados por los criminales y ellos establecen el “nuevo régimen”.
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