SE COMENTA SOLO CON
CARLOS RAMOS PADILLA
La UNAM es el corazón de la nación. De acuerdo a su ritmo y fuerza, el país de nueve y se entiende. Es la Máxima Casa de Estudios, es el núcleo y centro de la inteligencia. Desde 1968, 1987 y 1999 la comunidad estudiantil no había tomado las calles para enfrentarse al gobierno. La última ocasión hace más de 25 años fue con la intención de negarse a aprobar un incremento en la inscripción y servicios que presta la institución. La energía desatada empujó a la salida del rector Francisco Barnés de Castro.
En estos días, la creencia que un resultado electoral puede pisotear al coeficiente intelectual de los jóvenes, estalló en una recomposición de estructuras al interior de las aulas en donde, dicho con claridad, la sumisión no se regala a cambio de una despensa.
Los cartuchos de explosivos se han ido acumulando por la torpe decisión del gobierno que en lugar de buscar una rectificación o incluso un diálogo se ha empeñado en un cúmulo de ofensas, descalificaciones y desafíos innecesarios llenos de agresión.
El impacto de la fuerza juvenil ha venido a desconcertar a amlo, pero a debilitar la fuerza con la que Sheinbaum pretendía asumir la Presidencia. Querían un espacio aterciopelado, limpio, cargado de aplausos y vítores y en cambio hay una fuerte resistencia civil sumada al paro de labores del Poder Judicial y la Suprema Corte de la Nación.
Sheinbaum sabe cómo se aceita un movimiento universitario, ella perteneció al CEU, pero hoy no acepta que su activismo se agotó y que los chavos de hoy no son los de hace más de dos décadas. Es más Sheinbaum no es querida ni respetada por los jóvenes. Ella colaboró a frenar la reforma del rector Jorge Carpizo obstaculizando la eliminación del pase automático al nivel medio superior.
amlo se ha atribuido el lujo de atacar a la UNAM en un juego sucio calificándolos de “conservadores de derecha” ante la complaciente conducta de Sheinbaum y Juan Ramón de la Fuente.
Las Facultades de Economía y Derecho ya superaron los episodios vividos por Efigenia Martínez, Salinas de Gortari, Camacho Solís, Muñoz Ledo, González Pedrero o Lozoya. Vamos las condiciones del país son radicalmente diferentes.
El golpe pretendido contra la autonomía prendió alarmas al igual que la declaración del Instituto de Investigaciones Jurídicas sobre las reformas a la Constitución. La narrativa de amlo por crucificar a su Alma Mater le ha arrebatado uno de los valores esenciales de un gobernante: su moral.
Hacer creer que personajes como Alejandro Encinas, Fernández Noroña, Martí Batres o Mario Delgado son los estandartes académicos de la UNAM es rayar en la burla a los estudiantes, por ello algunos ya solicitan la expulsión de Batres de la nómina académica.
Los estudiantes si comprenden -no como las masas- que la reforma judicial que pretende el presidente es con tintes meramente políticos. Es buscar la forma de que los juzgadores de mañana no lo investiguen ni lo procesen. Saben y conocen que los arribistas inexpertos intentan arrebatarle sus derechos legales y constitucionales a razón de servir a los intereses de una familia. Y mire que tienen a Ricardo Monreal en la lista de profesores de la Facultad de Derecho.
Sheinbaum, siguiendo el juego de su mesías, sumó un error al solicitar a los muchachos que se informaran antes de protestar y esto después de que amlo aseguró que los educandos eran manipulados por sus profesores. a esto se agrega la ofensa manifiesta por Fernández Noroña afirmando que “los plebeyos” finalmente asumen el poder, como si una categoría socioeconómica anulara la capacidad de análisis y educativa de los que sí deberían de estar al frente del Senado.
Por si fuera poco, en los pasillos de Derecho aún no olvidan la acusación de plagio de la ministra Yasmín Esquivel y el cómplice silencio de las autoridades cuando amlo aconsejó “respetuosamente” a Esquivel que aguantara y no se moviera ni un ápice.
Desde el más alto poder, los jóvenes han recibido una aparente humillación de exhibirlos como tontos y manipulados. Está provocación incrementó el disgusto y la ira. Y en verdad. La sra. Sheinbaum no habrá de olvidar el día de octubre que se avecina.
amlo le hereda las tareas impuestas por una política sustentado en el la división y el enfrentamiento. El resultado la convocatoria y acción de alumnos de instituciones públicas y privadas como el Politécnico, la UNAM, la UAM, el ITAM, las universidades autónomas de Sonora, el estado de México, Tabasco, Zacatecas, entre otras, encontró eco suficiente. Los jóvenes nuevamente dan la lección.
La muestra de su estatura. A amlo poco le importa eso, ha menospreciado a cuanto opositor se le enfrenta, pero está tocando fibras muy peligrosas. Se puede ir contra todo menos insinuar siquiera que los jóvenes o son tontos o son parásitos y títeres de manipuladores. El que sea, no importa de qué universidad, le puede mostrar a muchos legisladores y gobernantes su profunda ignorancia, pero, además, su reducida capacidad para hablar siquiera del país.
Solo en México se cree que por ocultar información sobre el Huachicoleo o la compra de trenes para el Metro se llega a secretario de Educación.