Más de un centenar de personas han perdido la vida y hay más de 200 desaparecidos debido a las devastadoras inundaciones y corrimientos de tierra en Myanmar. La tragedia se ha concentrado en el estado de Shan, donde la icónica ciudad turística de Kalaw ha sufrido los mayores estragos.
Los equipos de rescate han confirmado el hallazgo de más de cien cuerpos, entre los cuales se encuentran desde bebés de solo un mes hasta ancianos.
Estos desastres naturales han llevado a que las calles de Kalaw quedaran anegadas por agua y lodo, lo que dificulta el acceso a las zonas afectadas. Aunque los escombros están siendo despejados, muchos vehículos han quedado atrapados bajo la tierra.
Los habitantes de Kalaw enfrentan una situación crítica, con la ciudad prácticamente inoperativa.
Es de conocimiento público que debido a esta situación hay fallas en los servicios de internet, telefonía y agua.
La comunidad ahora demanda urgentemente ropa de abrigo y medicinas, pero el acceso a estos suministros es complicado debido a las carreteras cortadas y los deslizamientos en las laderas.
La junta militar que gobierna el país asiático ha reportado oficialmente al menos 33 muertes confirmadas a causa de las inundaciones. Las áreas más afectadas incluyen Ramuthin, en la región de Mandalay. Para hacer frente a la crisis, se han establecido 187 campamentos provisionales destinados a albergar a los miles de desplazados. Sputnik
