Defensores de derechos humanos, movimientos de derechos civiles y comunidades afrodescendientes de Estados Unidos recuerdan este domingo los 61 años del atentado a la iglesia baptista en Birmingham, Alabama.
El ataque a la iglesia de la calle 16 de la ciudad de Birmingham el 15 de septiembre de 1963 por cuatro miembros locales del Ku Klux Klan dejó un saldo de cuatro niñas muertas y alrededor de 17 heridos.
La explosión mató a Denise McNair, que sólo tenía 11 años, y a Addie Mae Collins, Cynthia Wesley y Carole Robertson, todas ellas de 14 años.
El atentado buscaba intimidar al movimiento en defensa de los derechos civiles, que en aquel momento luchaba por el fin de la segregación racial en Estados Unidos.
Otro hito importante es que para 1963 las escuelas públicas de Birmingham acababan de aplicar la integración racial, después de una lucha de seis años en los tribunales del país.
Sin embargo, del criminal hecho surgió un clamor público que avivó el movimiento y llevó al entonces presidente de EE.UU., John Fitzgerald Kennedy a pedir la aprobación de la Ley de Derechos Civiles de 1964.
Dos años después del atentado y en medio de una ola de protestas, el Congreso de Estados Unidos aprobó leyes a favor del derecho de voto de los negros.
Los atacantes
Cuatro supremacistas blancos fueron quienes colocaron los cartuchos de dinamita bajo la iglesia baptista, mientras los niños fallecidos se preparaban para los servicios del Día de la Juventud.
Aunque el Buro Federal de Inteligencia (FBI por sus siglas en inglés) llegó a la conclusión de que cuatro conocidos miembros del Ku Klux Klan habían cometido el crimen, no se llevó a cabo ninguna acción judicial hasta 1977, cuando Robert Chambliss fue juzgado y declarado culpable de asesinato en primer grado.
Por su parte Thomas E. Blanton Jr. fue juzgado en 2001, y Bobby Frank Cherry en 2002, ambos fueron declarados culpables de cuatro cargos de asesinato y condenados a cadena perpetua.
El otro autor del ataque Herman Cash nunca fue acusado por la justicia y falleció en 1994. Sputnik