* Falacias: Salud Mejor que Dinamarca, Autosuficiencia en Gasolina y Combate a la Corrupción
*Una Masa Humana Colectivamente Adoctrinada Para Adular y Obedecer al Caudillo
*Escenario Puesto a Modo con un Público Aplaudidor y Complaciente con Ejercicios a Mano Alzada
*Arremetió Contra los Neoliberales y las Administraciones Pasadas
*El Punto Central: Resaltar los Programas Sociales, Haciendo Énfasis en Pensiones y Becas
*No Tocó la Coordinación Entre la Federación con los Estados y Municipios
*Momento Cumbre: Aprobación a Mano Alzada de su Proyecto Contra el Poder Judicial
*Tampoco la Relación con los Diversos Países ni los Procesos Electorales
*La Exclusión de Esos Temas Seguramente fue un Cálculo de Costo-Beneficio
ALEJANDRO ZAPATA PEROGORDO
Escuchamos el último informe de López Obrador; su mensaje en el zócalo capitalino, como era de esperarse, un escenario puesto a modo con un público aplaudidor y complaciente con ejercicios a mano alzada; una masa humana colectivamente adoctrinada para adular y obedecer al caudillo.
Nada que cause sorpresa, durante todo el sexenio se ha comportado de la misma forma, entonces no existe motivo para cambiar su tradicional manera de hacer política, además su estrategia le ha sido de utilidad, particularmente su discurso de confrontación sobre la lucha de clases es bien aceptado por segmentos de la población que se sienten motivados a sacar sus rencores sin importarles si la información es verídica o no, simplemente los une el impulso a la venganza.
No tuvo empacho para volver nuevamente a las andadas, aunque se dijo que gobernó para todos, arremetió en contra de los neoliberales y las administraciones pasadas, especialmente hizo referencia a la del Presidente Calderón, por lo visto, sigue muy presente en su mente.
Insiste en que sus resultados son inmejorables, proporcionando una serie de cifras que colocan al país durante su gestión en los primeros lugares del mundo, aspecto que es cuestionado por especialistas en cada rubro, quienes sostienen que sus datos no corresponden a la realidad.
El punto central estuvo dirigido a resaltar los programas sociales, haciendo énfasis en las pensiones y becas, que si bien, son recursos que han sido de apoyo en segmentos vulnerables, no necesariamente esas personas salen de su estado de marginación y pobreza, pues sus condiciones de vida siguen siendo precarias al no contar con los servicios indispensables.
Existen omisiones importantes que no fueron tocadas, entre las que destacan la coordinación entre la Federación con los Estados y Municipios; la política exterior en la relación con los países y los procesos electorales. No fue una cuestión de olvido, en realidad la exclusión de esos temas seguramente se debió a un cálculo de costo-beneficio.
Mientras, por otro lado, se le pasó la mano en cuando menos tres temas que de plano se voló la barda: resulta que nuestro sistema de salud es mejor que el de Dinamarca; a fin de año seremos autosuficientes en gasolina, diésel y turbosina y; el combate a la corrupción. El desfile de las mentiras es inagotable; una fuente indisolublemente ligada a su personalidad, inseparable.
Por supuesto, no podía dejar pasar la reforma al Poder Judicial, su momento cumbre fue cuando preguntó a sus simpatizantes si estaban de acuerdo, levantando su mano en aprobación. Lo curioso del caso, es que ignoró por completo a las decenas de miles de estudiantes que han salido a las calles a protestar al tratarse de un cambio constitucional que lesiona lo más profundo de nuestra democracia.
Dice que se va con la conciencia tranquila y contento, a la par que le dio instrucciones a su sucesora para darle continuidad a su proyecto, lo que significa que ese informe se traduce en un manual de seguimiento, en una ruta que marca el camino.
Nos queda la esperanza que al irse se lleve sus mentiras y sus otros datos.